Marco Sipán

El frágil ascenso de Guzmán

El frágil ascenso de Guzmán
Marco Sipán
02 de febrero del 2016

Sobre las debilidades del denominado “outsider”

El ascenso de Julio Guzmán en las preferencias del electorado, según las encuestas, demuestra que existe  un vacío político a llenar.  Con un discurso de “abajo los dinosaurios de la política”, en clara referencia a los políticos más conocidos y desde las redes sociales, el candidato morado ha impactado en la opinión pública.  

Si bien el programa de Julio Guzmán no se diferencia del llamado “elenco estable” neoliberal, las formas de comunicar han sido más efectivas que sus competidores. Pero no ha sido solo la estrategia de presentarse como lo nuevo, lo diferente sino y, sobre todo, la necesidad de la gente por nuevos políticos y nueva política.

Según el JNE en el presente proceso electoral votarán seis millones 927 mil 437 personas menores de 30 años que en términos porcentuales equivaldría en 30.25% de los votantes en general de todo el país que son 22 millones 901 mil 954. El próximo grupo etario  de 30 a 39 años son 5 millones 104 mil 543 electores (22.29%), de 40 a 49 años 4 millones 169 mil 410 (18.21%), de 50 a 59 años son 3 millones 42 mil 887 (13.29%), de 60 a 69 años 1 millón 957 mil 527 (8.55%) y de 70 a más son 1 millón 700 mil 150 (7.42%).  Las mujeres suman 11 millones 537 mil 364 electores, el 50.38% de la población electoral;  los varones son 11 millones 364 mil 590 (49.62%). Y el total de electores que viven en el extranjero es de 884 mil 924. Los electores no están ajenos a sus contextos socio-económicos, a sus expectativas generacionales históricas y geográficas y a los consumos culturales, en especial a través de los medios de comunicación. Y son estos los mecanismos que los diferencian a la hora de tomar decisiones hacia lo público.

La comunicación a través de redes sociales es una expresión tecnológica del presente siglo adherida a la vida cotidiana de los  jóvenes.  En términos políticos cada vez más son espacios en disputas donde Guzmán ha sabido moverse y desde ahí iniciar su acumulación política. Estrategia que ha sido coherente. Guzmán también ha aprovechado que los candidatos conocidos han tenido problemas judiciales y eso le ha permitido diferenciarse promoviendo además una imagen de destacado técnico gubernamental. Sin embargo, sus propuestas solo apelan a las mejoras de la calidad de los servicios que el estado brinda, intentando incluir al sector privado. Pero sobre estrategia de desarrollo agrícola o cambio de matriz energética base para la industrialización, con posibilidades reales de más y mejor empleo y más impuestos para mayor infraestructura, no dice nada.  Y sin ello, con el electorado regional no tendrá el mismo éxito, que en el mundo virtual.

La habilidad en política siempre ha sido aglutinar gente diversa a través de grandes ideas fuerza. Pero las ideas de Guzmán no tienen fuerza. Su imagen tampoco transmite una simbología política de grandes encantos. Esto puede originar que con la misma velocidad que ha ascendido, podría caer. A Guzmán le queda hacer política ya no con las imágenes y  con memes sino mirándole a la cara a las personas.  Y como diría José Carlos Mariátegui la política, es fe, pasión, voluntad, cosa que no expresa la candidatura de Guzmán.

Marco Sipán

2 de febrero 2016

Marco Sipán
02 de febrero del 2016

COMENTARIOS