Santiago González Díaz

El Estado y la riqueza

El Estado y la riqueza
Santiago González Díaz
26 de abril del 2016

El Estado debe crear el marco regulatorio y ampliar oportunidades para todos

El rol del Estado en la generación de empleo y reducción de la pobreza es un tema ampliamente debatido; no solo en el ámbito académico, sino también durante las contiendas electorales. Muchos son los candidatos que prometen terminar con la pobreza y ayudar a quienes no tienen trabajo, a través de la intervención estatal en la economía, cayendo reiteradamente en la “ingenuidad” de creer que el Estado intervencionista podrá solucionar dicha problemática eficientemente.

La realidad ha demostrado que estas prácticas son totalmente insuficientes y solamente dan soluciones momentáneas a cuestiones de fondo y que resultan ser propias de cada individuo. Ver al Estado como un gran contratista o un lugar para encontrar opciones laborales es una idea errada y que inserta en un amplio sector de la población mundial. Más allá de una simple visión ideológica, la verdadera generación de riqueza no está en el incremento burocrático y su complicado sistema de atención al público, o pretensión de solución de necesidades sociales, sino en el espíritu individual de quienes eligen arriesgar todo por un sueño productivo y empresarial que impacte masivamente en la sociedad; en muchos casos cambiando de una forma drástica la realidad.

Hay una diferencia crucial entre aquellos cuentapropistas y los verdaderos emprendedores: los primeros trabajan para sí mismos de manera independiente (lo cual es valorable), pero los segundos revolucionan la realidad con una idea llevada a la práctica, arman equipos, lideran e benefician a innumerables personas. No es el dinero el objetivo principal, sino la búsqueda de hacer algo nuevo y distinto. Los verdaderos emprendedores son aquellos con habilidades para convertir una gran idea en un negocio exitoso, medido esto último no solo como una cuestión económica, sino en la transformación social que genera.

Es por ello que el Estado sí tiene un rol fundamental en la creación de la riqueza, y su intervención es bastante sutil. Debe crear el marco regulatorio y ampliar oportunidades para todos los sectores sociales, a fin de generar e incentivar el pensamiento innovador y facilitar la inversión privada en áreas productivas que resulten revolucionarias.

La repetición es sencilla para el hombre, pero los negocios creativos son cuestiones muy singulares, propias de cada individuo. El Estado no es el verdadero creador, simplemente debe brindar la seguridad necesaria para que el riesgo se reduzca y las mentes brillantes hagan su trabajo en la sociedad.

SANTIAGO GONZALEZ
Santiago González Díaz
26 de abril del 2016

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