¡Minería del sur en alerta roja!

Gobierno declara Estado de Emergencia en Chumbivilcas

El gobierno ha tenido que recurrir a declarar el Estado de Emergencia en la provincia de Chumbivilcas ante el temor de que un sector de la población, azuzado por el movimiento antiminero, retome nuevamente las protestas violentas y paralice la producción de dos proyectos mineros. Vale recordar que el 9 de noviembre pasado, algunos pobladores, vinculados al autoproclamado Frente de Defensa de los Intereses de la Provincia de Chumbivilcas, tomaron las instalaciones de las empresas mineras Hubday Constancia y Anabi, proyectos mineros de mucha trascendencia y que forman parte del denominado Corredor Minero del Sur (que abarca varias regiones entre ellas Cusco, Arequipa y Apurímac). Esta situación se presenta cuando la inversión minera viene bajando considerablemente: en el 2013 fue de US$ 10,000 millones, en el 2016 fue de US$ 4,000 millones y en el 2017 será de US$ 2,000 millones. Y cuando conocemos —según un informe del Instituto Peruano de Economía (IPE)— que la minería es la principal razón de que Apurímac lidere el crecimiento de las regiones en el país.

El detonante para declarar el Estado de Emergencia ha sido la toma y destrucción de las oficinas de una empresa prestadora de servicios de agua. Aquel incidente fue la gota que rebalsó el vaso, ya que la otra acción violenta iba a ser la toma nuevamente de las instalaciones de las empresas mineras (Constancia y Anabi). De allí que el gobierno haya decidido declarar en emergencia toda la provincia de Chumbivilcas por un plazo de treinta días mientras se retoma el diálogo con la población.

Las acciones radicales se veían venir. Luego de la toma de los campamentos mineros el pasado 9 de noviembre, el clima fue cada vez más tenso. En los últimos días algunos sectores pedían la presencia de siete ministros de Estado para retomar el diálogo. Además la plataforma de lucha contenía doce puntos, entre los cuales destacaba la revisión de los Estudios de Impacto Ambiental (EIA) de los proyectos mineros Hubday, Areas y Anabi. Otra de las exigencias de los líderes antimineros era la firma de un nuevo convenio marco entre las comunidades y las compañías, en el que se debe establecer un porcentaje de las utilidades. Al llamado Frente de Defensa de los Intereses de la Provincia de Chumbivilcas se le suman otras organizaciones como el SUTEP, la Liga Agraria, una recién creada Asociación de Abogados, las Rondas Campesinas y Rondas Vecinales. Es decir, si el gobierno no declaraba el Estado de Emergencia era casi un hecho que el movimiento antiminero habría tomado las instalaciones, paralizando la producción minera.

Frente al delicado panorama social en Chumbivilcas se debe agregar que existe una estrategia del radicalismo antiminero que busca paralizar no solo la producción de estas dos empresas mineras (Constancia y Anabi), sino todo el Corredor Minero del Sur. Pero el gobierno pepekausa no puede seguir asumiendo medidas coyunturales como El estado de Emergencia, sino que debe diseñar y ejecutar una estrategia que se base en un modelo de desarrollo para las zonas mineras y en el que el Estado, las comunidades y la empresa privada logren armonizar intereses y proyectos. Esta es la única manera de reducir los problemas y despejar el peligro constante de nuevas asonadas antimineras. La minería moderna es uno de los grandes motores que tiene el desarrollo del Perú, y depende del gobierno que este motor no se apague.