Yo vi a los cinco mejores jugadores de fútbol del mundo

Di Stéfano, Pelé, Eusebio, Maradona y Messi

Por: Enrique Cornejo Ramírez (*)

Hace unas semanas estuve en Madrid, invitado para participar como expositor en un conversatorio. Una noche, ya descansando en el hotel, sintonicé el canal de televisión del Real Madrid. Entonces pasó algo extraordinario para mí: observé, en película en blanco y negro, el partido de la final de V Edición de la Copa de Europa, entre Real Madrid y el Eintracht alemán, jugado en Glasgow el 18 de mayo de 1960 y que terminó con el marcador de 7 a 3 a favor del equipo madrileño. Ese partido los aficionados lo escucharon por radio, porque en ese tiempo no había transmisión en directo por televisión.

En ese equipo del Real Madrid jugaban nada menos que Alfredo Di Stéfano y el húngaro Ferenc Puskas. Y yo pude ver por fin jugar a Di Stéfano, uno de los más grandes del mundo. Por lo que vi —estaba ya en la etapa final de su carrera— tenía un trato exquisito de la pelota (bicicletas, tacos, pases precisos), goles (convirtió tres en ese partido), velocidad y una entrega y pasión extraordinarias: jugaba en todas las posiciones, mandaba, subía y bajaba todo el partido.

A mediados de los años setenta vi a dos grandes y los pude ver en directo, jugando en el Estadio Nacional de Lima. Eran épocas de gloria del fútbol peruano (en 1970 fuimos con un gran equipo al Mundial de México) y, por ello, grandes equipos de fútbol de todo el mundo venían, entre enero y marzo de cada año, a jugar al Perú con clubes peruanos como Universitario, Alianza Lima, Deportivo Municipal o Sporting Cristal. Se llamaba la “temporada internacional”.

Al primero que vi fue al gran Pelé, el Rey, Edson Arantes Do Nascimento, que llegó a jugar un partido amistoso con su club el Santos de Brasil. Era un gran atleta, habilidoso, de gran fuerza en las piernas, buen salto, quiebre extraordinario y con un toque fino de la pelota. Ese día su entrenador lo cambió y no salió a jugar en el segundo tiempo. Todos en el estadio empezaron a protestar a gritos (habían ido para ver al gran Pelé y punto) y entonces Pelé tuvo que cambiarse y volver al campo… Increíble, ese era Pelé. Después lo vi en numerosos partidos por televisión, en campeonatos locales y partidos internacionales. Héctor Chumpitaz, nuestro gran capitán, me dijo una vez que en toda su carrera deportiva Pelé fue el delantero más difícil de marcar.

También tuve la suerte de ver jugar al gran Eusebio Da Silva de Portugal, el goleador del Mundial de Fútbol de 1966, en Inglaterra. Llegó a Lima con su equipo el Benfica y jugó un extraordinario partido. Gran velocidad, buen cabeceador y —como los dos mencionados anteriormente— con un gran sentido de trabajo para el equipo. Además, era un hombre muy sencillo: me regaló una postal con su foto autografiada.

A Maradona lo vi varias veces en Lima jugando por clubes argentinos y por la selección de su país, incluyendo el recordado partido en el Estadio Nacional de Lima en el que tuvo la marca implacable de Reyna, por nuestra selección. Maradona fue un grande entre los grandes, habilidoso, veloz, de pases precisos, goleador. Cómo olvidar ese gol —uno de los mejores en la historia del fútbol mundial— que convirtió jugando por Argentina ante Inglaterra, luego de llevarse desde la media cancha a varios jugadores del equipo rival. Maradona fue, además, un jugador polémico por sus declaraciones y, sobre todo, por su muy desordenada vida privada.

Finalmente, todos tenemos el privilegio de apreciar el juego de Messi, el gran futbolista argentino, en su selección nacional y principalmente en su club, el Barcelona F.C. Es un jugador de gran precisión, de habilidosa maniobra y de imprevisible acción en un espacio muy corto de la cancha. Con Messi, el espectador está tan acostumbrado a sus magistrales jugadas y goles que lo que puede impresionar más bien es que falle, y falla muy poco. Ojalá que lo tengamos como jugador activo por buen tiempo más.

Tengo la satisfacción de haber visto a los cinco más grandes de la historia del fútbol. Prefiero no entrar a la discusión de quién es el mejor de todos. Di Estéfano, Pelé, Eusebio, Maradona y Messi son extraordinarios. Y punto.

(*) Economista. Ha sido Ministro de Transportes y Comunicaciones y es actualmente rector de la Universidad Peruana Simón Bolívar.