Carlos Arnillas Denegri

Viva el Perú solidario

Trascendiendo fronteras políticas, sociales y culturales

Viva el Perú solidario
Carlos Arnillas Denegri
24 de marzo del 2017

Trascendiendo fronteras políticas, sociales y culturales

Los últimos desastres causados por la naturaleza en gran parte de nuestro territorio nos sirven como lección para rescatar lo que parecía perdido dentro de nuestra sociedad: la solidaridad. Un valor humano que trasciende fronteras ideológicas, políticas, sociales, religiosas, culturales y territoriales; el valor que nos recuerda que somos seres humanos con virtudes y defectos y que, a pesar de ellos, debemos estar unidos frente a la adversidad.

Después de 92 años, de acuerdo a los estudiosos, se repite en el Perú un fenómeno de esta magnitud, que va dejando hasta la fecha más de 100,000 damnificados, miles de millones de soles en pérdidas materiales, carreteras destruidas y pueblos inmersos entre ríos de lodo y agua —como Huarmey, Trujillo, Piura y Lambayeque—, además de centenares de distritos y caseríos (de varias regiones) aislados y carentes de los más elementales servicios de luz, agua y desagüe.

Esa es la realidad que presenta el mapa de nuestra patria. Y los meteorólogos vaticinan varias semanas más de calamidades, que incrementarán aún más las pérdidas a cargar en los pasivos del pueblo peruano. Sin embargo, la presencia arriesgada y heroica de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, de las brigadas civiles voluntarias, del Cuerpo General de Bomberos y de profesionales que espontáneamente brindan servicios gratuitos a las víctimas, nos hace abrigar la fe y la esperanza de que el Perú es y será más grande que sus problemas.

Los gestos solidarios de gente humilde y de la más pudiente, de instituciones y empresas privadas que vienen cooperando espontánea y gratuitamente en la remoción de escombros y en la rehabilitación de las vías de comunicación, junto a los diversos estamentos del Estado, nos devuelven la fe en el futuro del Perú. No todo está perdido, hemos recuperado el espíritu solidario para auxiliar al caído. Han aparecido en el escenario miles de héroes anónimos que luchan contra la naturaleza para salir adelante.

Ojalá que esta tragedia y los gestos de desprendimiento y de ayuda al prójimo sirvan de base para construir una nueva nación, moderna, fuerte y solidaria, en la que no se repitan los errores del pasado y se actúe con honestidad, buscando siempre el bien común. Una nación en la que no existan carreteras mal hechas, ni puentes deficientes por culpa de la corrupción. Rescatemos los valores que nuestros antepasados nos legaron con obras incólumes que sobreviven sólidas y fuertes ante el rigor del tiempo. Que se acaben las mezquindades y los aventureros políticos, construyamos un país distinto rumbo al bicentenario de nuestra independencia.

No dudamos que después de la tempestad vendrá la calma, y es eNtonces que deberán rendir cuentas los responsables de muchas de las obras realizadas con partidas para la previsión de catástrofes, pero que no se hicieron de acuerdo a lo planificado. También permitirá que nuestras autoridades tengan mayor celo en la reconstrucción de un país devastado por el infortunio; por ello, consideramos que es pertinente que en la elección del Zar para la Reconstrucción se considere a alguien probadamente honorable, exitoso, con conocimientos técnicos y con capacidad para convocar a los mejores profesionales. Solo así se podrán construir y modernas carreteras, puentes y ciudades seguras, sobre los escombros de la improvisación y la informalidad.

Hay que simplificar trámites, eliminar obstáculos burocráticos y transparentar las inversiones para erradicar definitivamente la corrupción tan arraigada en nuestras instituciones públicas y privadas. Nada de esto será posible si no hay unidad nacional. El pueblo ya demostró que tiene el coraje de Evangelina Chamorro Díaz, valerosa mujer que emergió desde el fang, para salvar milagrosamente su vida y demostrarnos que sí podemos derrotar al infortunio siendo mejores personas, capaces de construir una nueva sociedad peruana.

 

Carlos Arnillas Denegri

Carlos Arnillas Denegri
24 de marzo del 2017

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