Juan Carlos Valdivia

Un gobierno en descomposición

Un gobierno en descomposición
Juan Carlos Valdivia
11 de enero del 2016

Hay que reclamarle al JNE firmeza ante intromisiones del gobierno.

Ya no cabe duda que la información contenida en las agendas de Nadine Heredia es sumamente grave, pues tiene al Presidente Humala y su gobierno embarcados en una serie de maniobras que buscan proteger a los implicados, principalmente la esposa del Presidente y su familia directa (madre, hermano, amiga).

Es lo que hemos visto con este triste incidente en donde nuestra Cancillería –que hasta hace pocos años era reconocida por su profesionalismo y hoy lo es por su sometimiento a la esposa del Presidente- pretendió que se desconociera un Tratado de Extradición con Francia que formalmente ya había sido aprobado por el Estado peruano (firmado por el Ejecutivo y ratificado por el Congreso). La Cancillería, el ministro de Justicia y nuestro obediente Premier (obediente de la señora Heredia, por supuesto), argumentaron contra la aprobación del convenio con Francia, para pasados unos días, y ante la presión ciudadana, dar los argumentos en sentido contrario. Penoso papel de un ministro de Justicia que se suponía independiente, pero que vemos sometido a los mandatos de la esposa del Presidente, y peor aún la Canciller –cuyo nombre no quiero recordar-, quien como funcionaria ha participado en los equipos que negoció el Tratado.

Pero si este hecho ha mostrado como irresponsable al Gabinete de Cateriano y debiera haber terminado el incidente con la renuncia de los ministros implicados, la denuncia que ha hecho el equipo de Ricardo Belmont, frustrado candidato presidencial, sobre la pretensión de funcionarios de Palacio de Gobierno de favorecer candidaturas a cambio de que incorporen en sus listas al Congreso a candidatos designados por Palacio de Gobierno, ofreciendo dinero y la cobertura del canal de televisión del Estado, es grave, porque muestra los niveles de desesperación, que lo obligan a violar todas la legislación electoral para organizar una bancada en el futuro parlamento que pueda defender al Presidente y su esposa.

En el mismo sentido, es el festival de programas del Gobierno que se pretendía llevar a cabo en el Centro de Convenciones recién inaugurado en el distrito de San Borja, donde los ministerios y diversos programas han invertido en material publicitario y en la organización del mismo, a donde cada sector -según reconoció un funcionario del Ministerio de Vivienda- debía llevar mil personas por día. Era un acto de propaganda electoral, el mismo que nuevamente por presión ciudadana, ha sido suspendido. ¿Y el Jurado Nacional de Elecciones no se ocupará de sancionar a los responsables?

Que Ollanta Humala es un personaje sin biografía democrática no es una novedad, pero que sus ministros avalen este comportamiento violador de la neutralidad a la que está obligado por los principios republicanos y por la Ley, los hace cómplices de la organización de la defensa de todos los delitos que contengan las famosas agendas.

Hay que impedir que un gobierno que solo busca defenderse de los futuros problemas penales de los que será sin duda acusado se entrometa en la campaña electoral, Hay que reclamar al Jurado Nacional de Elecciones (JNE) que actúe con firmeza.

Por: Juan Carlos Valdivia

Juan Carlos Valdivia
11 de enero del 2016

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