María Cecilia Villegas
Terrorismo*

Quienes ensangrentaron el Perú reciben un sorprendente trato
En las dos últimas décadas del siglo XX el estado peruano fue atacado por dos grupos terroristas: Sendero Luminoso y el MRTA. Ni Sendero ni el MRTA fueron simples grupos de “delincuentes” ni tampoco “activistas”. Fueron grupos terroristas ideologizados que ensangrentaron al Perú y que generaron el terror más descarnado.
Cuando Sendero y el MRTA atacaron el país no estábamos preparados para defendernos. En esa lucha cruenta se cometieron muchos excesos y ciertamente algunos militares y policías realizaron crímenes horrendos. Pero el estado peruano aprendió a defenderse en el marco de la legalidad y así pudo capturar y juzgar a las cúpulas de Sendero y del MRTA.
Para acabar con el terror desde el estado se diseñó un régimen especial de tres pilares: el de inteligencia, que buscaba la captura de los cabecillas y las huestes; el de legislación cuyo objetivo era el juzgamiento eficaz y la sentencia con penas severas para evitar que se acogieran a beneficios; y el del régimen penitenciario que impedía que estas bandas se reorganizaran.
En un artículo reciente, el New York Times presenta la historia de Lori Berenson. Se trata de una ciudadana americana detenida y juzgada por “cooperar” con el MRTA. Una “activista” según el artículo en mención. En aquel informe Berenson sostiene: “puede que no haya sido intencional pero ciertamente colabore con el MRTA”.
En ese sentido, la prestigiosa BBC publicó una nota en la que se sostuvo que Berenson fue detenida por ayudar al MRTA “un grupo rebelde que robaba bancos, que secuestró y asesinó a un `número’ de personas” ¿Por qué la BBC no menciona que el MRTA fue un grupo terrorista? Uno pensaría que luego de los ataques terroristas sucedidos en distintos países -desde el 11 de setiembre en Nueva York hasta el de París hace unas semanas- el mundo se identificaría con lo que sucedió en el Perú. Pero no, ¿sabe por qué?
Porque una vez pacificado el país la izquierda peruana aupada en el paniagüato primero y con el toledismo después -por razones políticas e ideológicas- decidió reescribir la historia y poner en igualdad de condiciones a las organizaciones terroristas y al estado peruano. Para ello utilizaron a la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), el Museo de la Memoria, el Ojo que Llora, el juicio contra los comandos de la operación Chavín de Huantar, la política de allanamiento ante la CIDH impulsada por García-Sayán y nos dijeron que el Estado cometió “violaciones sistemáticas de DDHH” y que “las Fuerzas Armadas del Perú eran terroristas”.
Durante el gobierno de Alejandro Toledo se modificaron y flexibilizaron las leyes antiterroristas que permitieron juzgar y condenar bajo un régimen especial a los terroristas concediéndoles varios beneficios penitenciarios (entre ellos la reducción de las penas) y haciendo efectivo los principios de "reeducación", "rehabilitación" y "reincorporación" a la sociedad. Pero además, los terroristas obtuvieron el beneficio de la libertad condicional.
¿Quiénes son los responsables de que la prensa internacional se refiera ahora a Lori Berenson como una “activista” y al MRTA como una banda “roba bancos”? ¿Quiénes son los responsables que en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se discuta todavía cómo murió un terrorista que tomó la embajada del Japón durante 4 meses con 72 rehenes? ¿O que el terrorista Peter Cárdenas Schulte esté libre?
La respuesta es sencilla: nosotros, quienes permitimos que se reescriba la historia. Con esa característica tan nuestra jamás nos atrevimos a levantar la voz y a defender al Perú. Porque además carecemos de una visión de país. Y porque al final lo único que nos unifica parece que es la gastronomía.
*Dominación por el terror o sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror
Por: María Cecilia Villegas
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