Seguridad sigue a la deriva

Siguen prevaleciendo la falta de previsión y desconocimiento

Elocuente gesto presidencial para marcar el cambio de año. El Presidente combinó un juego de fulbito, actividad que más horas ha atraído de su tiempo y su atención estos 5 años, que felizmente van acabando, para luego dedicarse, esta vez felizmente en una piscina, a la única actividad (nada) que ha demostrado le sale bien sin causar perjuicio a los peruanos.

Para mi es evidente que Humala y sus muchachos deben ser grandes admiradores de la célebre frase ¨alto la acción¨ con que los chicos buenos del viejo cartoon sesentero paralizaban lo que no entendían hasta que llegase el héroe Dick Tracy para explicarles la solución. Pero no son los sesentas sino el siglo XXI y no es la fantasía televisiva, sino el mundo real, así que Dick Tracy nunca llegó y el país paró por las puras, en productividad y en resguardo de nuestra seguridad.

En absoluta consecuencia con ese estilo, llegó el 1 de enero y, mediante un parche apresurado de dudosa legalidad, la PNP declaró, vía múltiples oficios, que la exigencia legal de no renovar convenios no se aplica aún porque el plazo legal no es tal porque así lo interpretan ellos o porque así les han ordenado que lo interpreten. Lo lógico hubiera sido detectar oportunamente el problema que se iba generar y producir una solución, pero eso es pedir peras al olmo.

Por supuesto que había un vacío, muchas personas, instalaciones y procesos estaban por quedar desguarnecidas como consecuencia de la falta de previsión y desconocimiento de la realidad que ha caracterizado este gobierno. Situación que se agrava por la reiterada lentitud (negligencia o pura incapacidad, chi lo sa) de SUCAMEC para procesar en tiempo razonable las solicitudes de los carnets de vigilante y las correspondientes licencias de armas, dejando a las empresas de seguridad serias sin capacidad de atender la demanda que el esperado fin de dichos convenios iba a generar.

Irracional orgullo del insólitamente superstite SUCAMEC al anunciar el número de solicitudes de licencia (nuevas o renovadas) negadas en su gestión, mientras la inseguridad crece. ¿Con qué indicadores viene rigiendo su gestión? Alguien debió explicarle que su principal obligación no es con las ONGs de caudalosos fondos sino con la seguridad de los peruanos honestos, que no son el enemigo, al menos no de la gente honesta.

Continuando con los parámetros del ¿razonamiento? de dicha superintendencia, insiste en repetir (sin exhibir fuentes fehacientes ni dar detalles) que un tercio de las armas de la delincuencia provienen de un origen legal (insinuando que fueron registradas inicialmente en SUCAMEC), obteniendo un eco que no se detiene a preguntarse por los otros dos tercios. Si observamos el bajo precio de venta local en el mercado ilegal de armas, queda claro que el contrabando de armas es comparativamente poco atractivo, así que esos 2/3 vienen casi exclusivamente del mundo uniformado, a través de los malos elementos que insultan el uniforme que visten. Gato al que, bajo las órdenes del Comandante, nadie le pone el cascabel.

Por: Dardo López-Dolz