Antero Flores-Araoz
Relaciones entre Colombia y Perú
Ambos países comparten una frontera de más de 1,600 kilómetros
El presidente Petro de Colombia, a pesar de su oscuro pasado y antecedentes nada santos, ha intervenido indebidamente en los asuntos internos del Perú emitiendo juicios de valor absolutamente falsos. En sus declaraciones, ha denostado al actual gobierno peruano mientras alaba al ex presidente Pedro Castillo, cuya actuación ha sido complicada y corrupta. Petro incluso ha llamado a la ciudadanía peruana para que lo repusiera en el cargo, lo cual es inapropiado e inaceptable.
La injerencia de Petro en los asuntos peruanos viola el principio de no intervención propugnado por el multilateralismo, incluyendo las Naciones Unidas (ONU), la Organización de los Estados Americanos (OEA) y otras organizaciones afines a Colombia y Perú.
Ante esta situación, el Perú no podía ignorar ni aceptar en silencio la actitud cuestionable de Gustavo Petro. La Presidenta de la República, en línea con nuestra Constitución, ha aconsejado y secundado al Ministerio de Relaciones Exteriores para retirar a nuestro embajador ante la hermana república de Colombia en señal de rechazo a las declaraciones del presidente Petro.
El retiro del embajador no implica la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Perú y Colombia. Sin embargo, se reducirá el nivel de las relaciones a encargados de negocios en lugar de embajadores, manteniendo el intercambio de cónsules, cuyas funciones están relacionadas con los trámites de ciudadanos colombianos y peruanos, legalización de documentación, facilitación del comercio y otras funciones complementarias con las oficinas comerciales.
La respuesta del Perú a la actitud nociva del presidente Petro no se dirige contra los hermanos colombianos. Las relaciones amistosas entre ambos países se han mantenido por décadas, y existen muchos intereses comunes, como el creciente intercambio comercial, la participación en la Comunidad Andina y su Tribunal y Parlamento, así como la pertenencia a la Alianza del Pacífico, inicialmente integrada por Chile, Colombia, México y Perú. Es deseable que todos estos países vuelvan a la senda del desarrollo y fomenten el empleo.
Ambos países también participan en organismos dependientes de la OEA, como la Junta Interamericana de Defensa y el Comité Interamericano contra el Terrorismo. Además, tienen una frontera de más de 1,600 kilómetros, de los cuales aproximadamente 1,246 kilómetros son navegables a través del Río Putumayo, lo que requiere un cuidado especial debido al tráfico irregular de ciudadanos y drogas, así como a las acciones de violencia terrorista.
La continuidad de la relación recíproca entre las Fuerzas Armadas y Policiales de ambos países es esencial para enfrentar el narcoterrorismo en la frontera común. Se espera que el presidente Petro modifique su actitud, ya que Colombia y Perú tienen muchos intereses en común que pueden beneficiar a ambos países.
COMENTARIOS