¿Qué es un Estado Moderno?

En el marco de la Ley de Modernización de la Gestión del Estado (Nº 27658) el Estado peruano debe pasar por un proceso de modernización en sus diferentes instancias, dependencias, entidades, organizaciones y procedimientos, con la finalidad de mejorar la gestión pública y construir un Estado democrático, descentralizado y orientado al servicio del ciudadano.

El artículo 4 de la Ley explica las causas de este necesario cambio: “La obtención de mayores niveles de eficiencia del aparato estatal, de manera que se logre una mejor atención a la ciudadanía, priorizando y optimizando el uso de los recursos públicos”; y que tiene como objetivo principal lograr un Estado al “servicio de la ciudadanía; con canales efectivos de participación ciudadana; descentralizado y desconcentrado; transparente en su gestión; con servidores públicos calificados y adecuadamente remunerados; y fiscalmente equilibrado”.

La modernización de la gestión pública es una necesidad

Uno de los problemas estructurales que presentamos como país, que es la división entre los actores sociales, es lo mismo que ocurre en el Estado y en todas las entidades públicas. El divorcio entre las áreas de trabajo y cualquier coordinación. La manera tradicional es trabajar por islas.

Todo sistema de gestión y toda gestión es integrada. Es decir, la necesidad de la modernización del Estado no es otra que la integración del aparato público para crear valor y poner al servicio de la ciudadanía. De la misma manera como el sector privado trabaja por objetivos, procesos fluidos y liderazgo, el Estado también debe mejorar su nivel de competitividad y mejorar en gestión pública.

Toda gestión implica ver el panorama de manera integrada

La manera tradicional como se ha venido trabajando en las Instituciones Públicas ha desfavorecido en gran medida la satisfacción ciudadana, obteniendo una percepción de poca calidad y, por ende, de credibilidad. Procesos engorrosos, demoras extensas, tiempos prolongados son algunas de las opiniones que cualquier ciudadano de a pie cuando piensa en el Estado. Esto es porque los servicios a la ciudadanía no están integrados. Y no me refiero a un sistema, sino a los funcionarios públicos, carecen aún de visión en lo que es Gestión Pública. 

Tener visión de gestión es tener que eliminar las islas. Porque el sistema de gestión afecta la calidad de un servicio público. Es responsabilidad del Estado llegar a todos los ciudadanos.

¿Es posible que el agua y la salud lleguen a todos los ciudadanos?

Sí es posible. En la medida que las personas que trabajen en el Estado tengan presente que su trabajo es servir al ciudadano. Desde un enfoque de brechas podemos trabajar la calidad en los servicios públicos. Esto sin duda es necesario aprender a gestionar la calidad.

Ya estamos en un momento donde la gestión orientada al resultado, necesita y merece un enfoque integral. Y esta es la modernización del Estado. El ciudadano necesita un servicio que lo satisfaga, y para ello, hay que trabajar en la calidad. La calidad depende no solo de los procesos, sino también de las personas.

La gestión de la calidad apunta a una nueva gerencia pública

Los países desarrollados trabajan una teoría que tiene objetivos y estrategias para lograr esos objetivos. El objetivo se basa en 4 puntos: 1. La intervención debe ser cada vez más eficaz. 2. La intervención al ciudadano debe ser eficiente. Ser eficiente es ser productivo oportunamente 3. La intervención al ciudadano debe ser en el tiempo de modo productivo. Tiene que ver con la variable tiempo y agilidad. En el menor tiempo posible, resolver el problema o la solicitud del ciudadano. Todo este proceso debe ser transparente y acá la digitalización de los servicios públicos de la mano del gobierno digital entran a tallar de la mano de la comunicación digital, como en la rapidez.

La modernización de la gestión pública tiene que estar orientada al resultado, a la productividad que es agilidad del proceso y a la excelencia, que es satisfacer al ciudadano con el servicio ágil. Y solo cuando resolvemos el problema, obtenemos el resultado. Esto definitivamente es un nuevo aprendizaje mental para todos los funcionarios públicos.

¿Cuántas demandas están atendidas o resueltas en el Poder judicial? ¿Cuántos vecinos fueron atendidos en su solicitud a la Municipalidad? ¿Cuántos casos siguen pendientes desde el 2023?

El tiempo es oro para todos. El ciudadano ya no está dispuesto más a esperar la vida entera para que su caso sea atendido. Más cuando somos los ciudadanos quienes pagamos los presupuestos del Estado. Merecemos un mínimo de respeto y satisfacción.

La modernización de la gestión pública no es solo un tema de sistemas informáticos de procesos integrados, sino de personas con tratos cordiales y sobre todo flexibles; que estén dispuestas a servir al ciudadano sin trabas, ni burocracia, sino enfocados en resolver su problema en el menor tiempo posible. 

La gestión pública moderna y la comunicación digital son inseparables

En un contexto donde la IA avanza más rápido que la luz, la comunicación digital es un elemento esencial para la gestión pública moderna. Permite mejorar la transparencia, la participación ciudadana, la eficiencia y la adaptación a los cambios. Las instituciones públicas que no adopten las herramientas y canales digitales se verán cada vez más desventajadas en un mundo cada vez más conectado. Es impensable concebir una administración eficiente y eficaz sin el apoyo de las herramientas y canales que ofrece el mundo digital. La sociedad actual es cada vez más digital, y las instituciones públicas deben adaptarse a estos cambios para mantener su relevancia y legitimidad. 

Esta es la amplitud mental y preparación que necesitamos hoy, no mañana. El Perú no puede parar ni retroceder. El Estado tampoco debe hacerlo.