La terca práctica de dispararse al pie

Análisis del desempeño político errático y autodestructivo del gobierno

En los 70, cuando una chica rompía en malos términos con su enamorado, era usual que le devolviese todos los regalos, haciendo público su fastidio. La devolución tardía del bastón de mando demuestra una vez más escasez de reflejos y profundo desconocimiento de los efectos políticos de los actos propios. Toda devolución implica reconocimiento tácito de quien fue el que envió el regalo tantas veces negado. Ya es tarde para atribuirla a indignación por desconocimiento, no alcanza para ser de control de daños.

Mientras, los vasos comunicantes con Palacio de los tres más grandes escándalos de corrupción (López Menesees, Alvarez y Martín Belaúnde) parecen ser más caudalosos que al Amazonas. La errática reacción oficial alternando negación, conclusiones anticipadas e insultos con torpes maniobras de blindaje, evidencian temor y una carencia estratégica que hace increíble que se pueda realizar un control de daños oportuno.

Nuevas denuncias se añaden a un audio adicional que complica más la frágil situación del Ministro Figallo, a quien la Presidenta del Congreso busca proteger dilatando la discusión de la censura. Y tras el atropello cultural de Greenpeace, resucitan ¨casualmente¨ escándalos de gobiernos anteriores, pero el humo no alcanza y salen nuevamente a la luz el caso ¨López Meneses¨ y el cuestionamiento al titular de Energía y Minas. Hasta la tradicional tregua navideña probablemente aparecerán más casos nuevos y reaparecerán humeantes refritos.

Me viene a memoria la humeante escena de la película Apocalipsis Now en la que un buey recibe múltiples machetazos, hasta que acaba muriendo. Pero claro, a diferencia de nuestra realidad contemporánea, no era el propio buey quien blandía el machete. Como he dicho antes, no hay indicios de conspiración contra el régimen, ni siquiera de deseos que pudieran preocuparlo, solo consecuencias de la terca, tenaz y tozuda práctica de dispararse al pie por impericia y desconocimiento de la realidad extra cuartelaria.

Comentario aparte merecería la inmediata asociación automática de otro militar del entorno con el coronel de la película que, enfundado en su anacrónico sombrero de caballería. comandaba a los montagnard tan desesperados como para aplaudir cualquier loco, aunque los lleve a su completa aniquilación.

Tenía 6 años en octubre del 68, pero recuerdo el olor del aire, olía así antes del 5 de abril, olía así cuando Fujimori viajó a la APEC.

Los diálogos en las cadenas de correos de los militares retirados (forma usual de expresarse de los activos) empiezan a subir de tono, evidenciando que hasta en ese colectivo su aceptación va en picada. No faltan entre ellos los que se sienten anacrónicos ¨guardianes socráticos¨. Confío que esos pocos no bastarán para inspirar a alguno que se sienta lo suficientemente popular como para “demostrar” quien manda en el Perú.

Por convicción democrática, reforzada por el análisis pragmático de las consecuencias que suele tener sobre la economía una crisis política de proporciones, espero que algún consejo cuerdo en Palacio produzca una (hasta hoy inexistente) conjunción de aciertos que estabilice las aguas, batidas con imprudencia suicida por el propio oficialismo.

Por Dardo López-Dolz

(15 - dic - 2014)