María Cecilia Villegas

Guzmán contra el JNE

Guzmán contra el JNE
María Cecilia Villegas
11 de febrero del 2016

No sería bueno para el país que el JNE base su resolución en el apoyo creciente que muestra Guzman en las encuestas.

De acuerdo al primer simulacro electoral realizado por Datum, Keiko Fujimori estaría sentada sobre un cómodo 39% de votos válidos, seguida por el “outsider” de estas elecciones, Julio Guzmán. Así, contra todo pronóstico y más allá del margen de error, si las elecciones fueran hoy Julio Guzmán disputaría la segunda vuelta con Keiko Fujimori.

Ello pese a que una resolución del Registro de Organizaciones Políticas (ROP) del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) considero que el Partido Todos Por el Perú cometió irregularidades en el proceso de elecciones internas, la modificación de sus estatutos partidarios y la designación de un nuevo tribunal electoral. Si bien el Partido al que representa Guzmán presento una apelación y se esperaba que el JNE resolviera el día de hoy, al escribir este artículo aún no se conocía la decisión.

Para diversos analistas políticos, sobre todo liberales, instituciones como el JNE no deberían existir, o en todo caso, no deberían impedir candidaturas ni involucrarse en los procesos de democracia interna de los partidos. Para ellos debería ser el pueblo peruano que con su voto decida si le da la confianza al candidato o no. El problema de este tipo de posiciones es que atenta contra las instituciones.  En el Perú, no tenemos la costumbre de someternos a la Ley. A ninguna ley. Si esta no nos gusta, no pasa nada, la ignoramos, la cambiamos o le pagamos a alguien para que nos saque del apuro.

El Perú, es un país donde no existe orden ni principio de autoridad. Durante los últimos años, los gobiernos nos han demostrado que para que las cosas funcionen hay que levantarse, hacer manifestaciones, tomar carreteras, rehenes y masacrar policías. Hemos implantado la ley del más fuerte, esa que lleva a meter la camionetaza a la fuerza y que se friegue el del costado, a tocarle la bocina a una señora para que cruce más rápido, a bloquear la entrada al Asentamiento Humano Manchay para tirarse abajo la reforma del trasporte. Y lo peor de todo es que, quien lo hace obtiene resultados. Es por ello que  no me sorprendería que si el JNE le fuera adverso a Guzman, este saldría a tomar las calles y llamar al pueblo a levantarse.

En un Estado de Derecho, el imperio de la ley debe primar por encima de las posiciones personales, aunque esto implique anular la inscripción de un candidato que tiene el 20% del apoyo popular. Si queremos efectivamente cruzar el umbral del desarrollo, y poner un pie en la OCDE debemos necesariamente exigir el cumplimiento de la ley sin importar a quien le sea adversa, porque en principio, todos los ciudadanos somos iguales ante la ley. O en todo caso, deberíamos serlo. En los países desarrollados el imperio de la ley es real y no ficticio como en el Perú.

Si es cierto que Todos por el Perú incumplió las normas establecidas, el apoyo popular que, sin duda, se ha ganado Guzmán a pulso, no debería poder más que el respeto a las leyes y las instituciones. No sería bueno para el país que el JNE base su resolución en el apoyo creciente que muestra Guzman en las encuestas y en el calor popular y no en las reglas establecidas. Que pena con Guzmán pero si queremos que el Perú cambie para bien, así tendría que ser.

Por: María Cecilia Villegas

María Cecilia Villegas
11 de febrero del 2016

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