El Perú alcanza la “pax china”

Geopolítica. Todo es geopolítica. El mundo es hoy geopolítica. China nos ha garantizado una “pax china”. Así como hubo una “pax romana”, “una pax americana”, China nos trae una “pax china”, una “pax Chancay”, si se me permite otro término. Vamos con la explicación.

Una parte de la media, analistas y comentaristas políticos insisten en tratar siempre mal a Dina Boluarte, la presidente constitucional. Dina fue a China y dijo que le gustaba el chifa y la Inka Kola. A partir de esa opinión tan peruana, el cargamontón mediático contra Dina cobró un sentido surrealista. Lo más importante que ha hecho Dina es no hacer mucho, casi nada.

No obstante de la banalización de la desafortunada cita, la visita de Dina a China no se trató sobre chifas ni gaseosas. El Perú se ha vuelto un socio imprescindible para las aspiraciones comerciales mundiales del país oriental. Dina y Xi han firmado varios acuerdos de cooperación económica, tecnológica y comercial. No es cosa baladí.

Desde hace meses los medios, opinadores y analistas, tanto en Chile como en Ecuador, los países con los cuales el Perú ha tenido guerras, se preguntan ¿qué sucede en el Perú? ¿Por qué a pesar de que parece morir política e institucionalmente nuestro país persiste?

China y una de las empresas más importantes del mundo construyen un puerto privado de primer nivel en el centro del pacífico sur. China nos ha asegurado entonces una “pax china” y ha ahuyentado la posibilidad de una confrontación bélica con Chile y el Ecuador. ¿Quién querrá hacerle la guerra a un país donde una potencia mundial tiene un gran puerto estratégico? ¿A alguien se le ocurriría hacerle una guerra a Panamá donde está un canal preciado para el comercio mundial? 

El Perú entonces ha entrado en una posición de debilidad a una de espectador en primera clase. En “La venganza de la geografía” Robert Kaplan nos dice que la geografía había venido con fuerza, con nuevos intereses, nuevos conflictos, nuevas tensiones, nuevas luchas entre imperios. Solo bastaba leer los mapas. Saber leer bien los mapas. 

Entonces el nuevo mapa del mundo nos dice que China y Estados Unidos ejercen influencia decisiva; pero también entran en relieve los pequeños países como el nuestro que le pueden sacar ventajas a su geografía. Es el triunfo de los pequeños. Como en aquellas bancadas que tienen apenas cinco congresistas pero cuya votación es decisiva cuando se quiere formar coaliciones. 

Aquí pues no se trata ni de Dina ni del chifa ni de la Inka Kola. Nada tiene que ver Dina, “Dinacha” –como se le dice en su natal tierra– es una burócrata al fin y al cabo, especialmente en asuntos como estos. Aquí se trata de cambios en la historia nacional, en aquella “onda de larga duración” como decía Braudel. Se trata de asuntos de sustancia y no de accidente. 

¿Qué sucede en el Perú? Esa pregunta se la hacía un importante y seguido analista chileno apodado “El Villegas”. Se pregunta por qué en el Perú se desarrollan e iniciarán 15 megaproyectos; ¿por qué en un país que muere todos los días suceden estos megaproyectos? Ojo, al final de este año se adjudicarán proyectos por casi US$ 8,000 millones.

El Perú ha alcanzado la “pax china”. Uno de los principales logros del puerto de Chancay es que ha evitado, por el momento, posibles confrontaciones bélicas.