Favio Leon

Dictadura del mercado: ¡Bendita seas!

El consumidor es, metafóricamente, un dictador

Dictadura del mercado: ¡Bendita seas!
Favio Leon
18 de julio del 2021


En su cuenta de Twitter, el líder fundador de Perú Libre, Vladimir Cerrón, criticó a la izquierda caviar por condenar la dictadura cubana y no la “dictadura del mercado”, porque esta les permitía obtener ganancias a través de consultorías al Estado.

Sobre este tuit hay dos reflexiones que resulta oportuno hacer.  En primer lugar, no puede asociar la dictadura existente por más de 60 años en la Cuba socialista con lo que él llama “la dictadura del mercado”, y que es cuestionada por las ganancias obtenidas por el progresismo marxista. En una auténtica economía de mercado, libre de interferencias, privilegios o intervención estatal, el verdadero soberano es el consumidor. Son los consumidores con sus compras o abstenciones de compras los que en verdad gobiernan el mercado.

Los empresarios son meros sirvientes o esclavos de las preferencias o caprichos de los reyes llamados consumidores, que al fin y al cabo somos todos nosotros, incluso el mismo Cerrón. Las ganancias o beneficios que obtienen los empresarios o emprendedores dependen de su habilidad para proveer bienes y servicios de menor precio y mejor calidad. Nunca deciden los empresarios o los capitalistas qué bienes deben ser producidos. Esa función le corresponde únicamente a los consumidores.

El consumidor efectivamente es un dictador en términos metafóricos, pues solo él decide qué se produce, cuánto se produce y quién lo produce. Si el empresario no sigue en sintonía con los deseos o caprichos del consumidor, será desplazado por otro que sí lo haga, sufriendo pérdidas o quebrantos.

Al ser todos los individuos finalmente consumidores, son verdaderos dictadores. Y su centro de poder está disperso entre millones de ciudadanos que transan libremente en el mercado. No les interesa si el proveedor del bien o el servicio es buena gente, simpático, esforzado, etc. Basta que llegue otro con un bien o servicio con mejores condiciones para que migre de forma inmediata.

Esto no sucede en la isla socialista donde el poder se halla concentrado en el Partido Comunista, liderado hoy por Miguel Díaz-Canel. En dicho régimen todos los cubanos están sometidos a la más grande tiranía. No hay elección alguna, una sola voluntad, la del líder del partido y sus órganos: elige, decide y ordena. De no ser así, el sistema degeneraría en lo que Marx llamó en el Manifiesto Comunista, un supuesto “irreconciliable conflicto de intereses capitalistas”.

En segundo lugar, los marxistas ´progres´ –al igual que los socialistas– buscan medrar pero no del mercado, sino del Estado, pues son partidarios de un Estado elefantiásico, plagado de un ejército de burócrátas que no se bastan a sí mismos sino que requieren de asesorías pagadas con los recursos de todos los peruanos. Ya decía el gran economista austríaco Ludwig von Mises: 

En el fondo de toda esta fanática apelación a la planificación y al socialismo, a menudo no existe otra cosa que el íntimo reconocimiento de la propia inferioridad e ineficacia. El hombre que sabe de su incapacidad para sostener la competencia desdeña este loco sistema competitivo. Quien es incapaz de servir a sus conciudadanos quiere gobernarlos.

Por eso, dictadura del mercado, ¡bendita seas!

Favio Leon
18 de julio del 2021

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