Guillermo De Vivanco

Defendamos la Constitución

Las mayorías silenciosas se están manifestando

Defendamos la Constitución
Guillermo De Vivanco
30 de junio del 2021


El 30 de septiembre de 2019 el Congreso de la República se encontraba sesionando, dentro de sus atribuciones constitucionales, para elegir a un miembro del Tribunal Constitucional. Súbitamente, y sin previa invitación, irrumpieron a patadas en el Congreso el premier Salvador del Solar y sus ministros. Del Solar solicitó la suspensión de la mencionada elección y acto seguido solicitó “cuestión de confianza”, retirándose inmediatamente. Terminada la tarde, el Congreso votó y aprobó la cuestión de confianza.

Sin embargo, y contra todo pronóstico, Vizcarra esa misma tarde adujo que en dicha sesión no se interrumpió la elección de Ortiz de Zevallos, por lo que procede a disolver el Congreso. La razón: una negación fáctica de confianza, motivo inexistente en nuestro orden constitucional. El anuncio lo hace acompañado por los jefes de la fuerzas armadas. Al día siguiente la guardia armada impide el ingreso de los parlamentarios al Congreso. Posteriormente el golpe de Estado fue convalidado por mayoría en el Tribunal Constitucional, mediante una vergonzosa y cantinflesca resolución. 

A partir de ese momento Vizcarra pasa a controlar todo el poder. La autocracia se expande a todos los poderes del Estado. Y es aplaudida por abogados que justifican cualquier tropelía y por un periodismo que renuncia a su obligación fiscalizadora para convertirse en caja de resonancia y propaganda del régimen. La izquierda se pone su manto anti Fujimori, anti partidos políticos. Su objetivo queda de manifiesto con la mal llamada “reforma política”, que destruye a los partidos, para luego convalidarla mediante un referéndum populista. 

Paralelamente la Fiscalía se ensaña en una persecución enfermiza, llamando organización criminal al principal partido político peruano y enviando arbitrariamente a prisión a su lideresa; mientras libera a los grandes capos del Club de la Construcción y firma un infame arreglo con la corrupción. 

En el Perú hacer un fraude en miles de mesas sin personeros resultó más fácil que asaltar un banco. Pero aún más fácil era copar al árbitro de las próximas elecciones. Dos veces el Dr. Javier Villa Stein ganó la elección en el Colegio de Abogados, quintuplicando los votos de sus rivales. Su impedimento de asumir el decanato y representar a los abogados en el JNE ha permitido a Salas Arena tener un voto dirimente. ¡Increíble: su voto vale doble!

Resulta cada vez más obvio que Perú Libre no actuó de buena fe. Está probado que las instrucciones dadas a sus personeros era tomar las mesas, no para garantizar la votación sino para manipular los resultados. Así como también resulta obvio que las apelaciones que está resolviendo el espurio JNE, sin contrastar las actas con el padrón electoral, serán declaradas improcedentes y, en consecuencia, Castillo será declarado presidente.

Esta línea formal de reclamos ante el JNE resulta de una verdadera ingenuidad.Sin embargo, basta seguir la huella estadística y comparar las distorsiones entre los votos obtenidos en primera vuelta versus los obtenidos en segunda vuelta, o el número de fallecidos hábiles para votar o localidades que muestran diferencias notorias entre mesas.  Todos esos son indicios matemáticos imposibles de ser negados y que deben ser investigados. 

Pero ante la evidencia criminal que supuso el copamiento del Estado y las recientes elecciones ha surgido un nuevo actor en el escenario político: las mayorías silenciosas se han encontrado y se están manifestando. Bajo el grito libertario, tal como sucedió hace doscientos años, un inmenso mar humano se hace presente en defensa de la patria y en contra de la estrategia comunista, liderada y financiada por el Foro de São Paulo. Gente de toda condición social, liderados por el ejemplo de abuelos y padres, han recuperado la calle luego de dos décadas de dominio izquierdista. Hoy se unen bajo los principios libertarios y democráticos. Y también participan muchos jóvenes que votaron contra Fujimori, pero que ahora exigen saber la verdad (¿será porque el 70% de la población cree que hubo fraude?). 

Están equivocados quienes creen que con la proclamación de Castillo la movilización social se detendrá. Solo habremos perdido una batalla, pues toca ahora estar más atento que nunca para evitar que se cambie la Constitución. Pretender someter el libre mercado a controles y prohibiciones, volver a insistir en el estado empresario (fuente de miseria y corrupción), y que el vocero de Perú Libre amenace con ríos de sangre al opositor despeja la entraña de ese partido.

Esta historia ya la hemos vivido con el estatismo y con el terrorismo. El Perú está en pie de lucha contra el Foro de Sao Paulo, contra la invasión venezolana, cubana o boliviana. ¡Ni un paso atrás!

Guillermo De Vivanco
30 de junio del 2021

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