Franco Germaná Inga

Debate for dummies

Debate for dummies
Franco Germaná Inga
26 de mayo del 2016

Sobre qué es un debate y sus efectos en estas elecciones.

A ver, lector, seamos claros. Un debate o polémica no es solo la contraposición de ideas de dos personas, incluso hay ocasiones, en que eso es lo menos importante. En mi experiencia, cuando en la universidad fui miembro de la Sociedad de Debates de la USIL, pude aprender que tienen igual importancia lo que uno dice (fondo) y cómo lo dice (forma). Polemizar es la mejor manera que existe en unas elecciones para que los votantes se formen una impresión sobre los candidatos, y muchas veces es la única. Por ende, en esta columna explicaré las pautas básicas de cómo hacerlo efectivamente y, en base a eso, daré algunas impresiones que me dejó el pasado debate presidencial.

Básicamente, al polemizar se enfrentan dos partes que tratan de demostrar la superioridad de sus ideas y refutar las del contrincante, para lo cual deben presentar y refutar argumentos, y tener un estilo persuasivo al exponerlos frente a la audiencia. Conforme aprendí del reconocido coach de debate Sixto Ramos, un argumento, para que sea contundente, debe seguir la estructura A-R-E (aserción, razonamiento y evidencia). Por ejemplo, si PPK quería demostrar que el Ministerio de Apoyo a las Regiones es positivo, su argumento debió seguir la siguiente estructura: el Ministerio es bueno (aserción), porque (las razones), según se demostró en (evidencias, estudios, ejemplos). Caso contrario, si se incumple con esta estructura, solo se estarán dando opiniones.

Respecto al estilo, este es la forma como se exponen los argumentos y es de crucial importancia, ya que permite al espectador “sentir” a los candidatos. Luego del debate, los votantes determinan cuál de ellos les generó una mejor sensación, ya sea esta de confianza, capacidad, inspiración; da igual, lo importante es que el votante hace clic con el candidato porque se identifica con él. Para ello, los polemistas utilizan una serie de recursos como: preparar con anticipación el orden de sus argumentos, humor, frases cortas de fácil recordación, hablar mirando a las cámaras (para mirar a los ojos de los peruanos) y gesticular, entre otros.

Teniendo ello en cuenta, al margen de las preferencias electorales, queda claro que hay un candidato que no se ha beneficiado del debate presidencial, y ese es Pedro Pablo Kuczynski. Esto es así porque fue él quien retó a Keiko para debatir y es él quien va relegado en las encuestas, según el último simulacro de IPSOS por más de 5%. Por estas razones él, a dos semanas de las elecciones, necesitaba ser contundente y hacer trastabillar a Keiko, lo cual no sucedió.

En el fútbol cuando un equipo gana suma tres puntos, uno si empata y cero si pierde; algo similar ha pasado en este debate. En cuanto al fondo, ambos estuvieron parejos. En cuanto a la forma y los ataques, es verdad que PPK metió un gol al señalar que su plancha presidencial es la única completa; sin embargo, Keiko también metió sus goles al mantenerse fiel a su efectiva estrategia de posicionarse como la candidata de los de abajo, frente al candidato de los de arriba. Entonces, al no haber un claro ganador, la balanza se inclina a favor del puntero y la campaña con el mensaje más estructurado, y esa es la de Keiko.

Finalmente, ella ha ganado el partido de ida, mientras que PPK tiene mucho por mejorar y solo un debate para hacerlo. Veremos si se cobra la revancha en el partido de vuelta.

Franco Germaná Inga

@FrancoGermana

 
Franco Germaná Inga
26 de mayo del 2016

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