Alberto Orellana

Buenas relaciones con Trump

Futuro prometedor con el nuevo gobierno de Estados Unidos

Buenas relaciones con Trump
Alberto Orellana
23 de enero del 2017

 

La invitación al embajador del Perú en EE.UU, Carlos Pareja, a la asunción del mando de Donald Trump demuestra el interés y deseo del gobierno de Estados Unidos y de John Kelly —quien entre 2012 y 2016 dirigió el comando sur de América Latina— de una buena relación y cooperación entre los dos países. La reunión que tuvo lugar el pasado martes 17 de enero en las recepciones oficiales en honor al nuevo presidente norteamericano, en una reunión inesperada, es una muy prometedora deferencia del presidente electo Donald Trump. Esta es una muy buena oportunidad que el Perú no debe desperdiciar, ya que Trump se mostró como un candidato xenófobo y proteccionista durante su campaña presidencial; pero EE.UU. necesita una mayor asociación en América Latina para mantener la seguridad en su frontera sur.

Ya durante el mandato del presidente Barack Obama las relaciones entre el Perú y EE.UU. fueron de cooperación; pero la invitación de Donald Trump al embajador Carlos Pareja a la asunción del mando el día viernes 20 hace que la relación bilateral entre ambos países continúe siendo positiva y sólida, con buenas relaciones comerciales durante los diferentes gobiernos del Perú. No habrá problemas para continuar con el TLC que tenemos con el país del norte y con una relación diplomática que promete ser de ayuda, colaboración y buenas relaciones comerciales. Continuarla solo queda en las manos del presidente Kuczynski.

En estos momentos en que las relaciones comerciales con China se encuentran en su mejor momento y se avizora una relación muy tensa entre la administración de Trump y el gobierno de China —pues el presidente chino Xi, Jinping, criticó el cierre de una planta automotriz en México y Sigmar Gabriel el ministro de Alemania también criticó el daño que puede causar la introducción de un arancel de 35% a los autos BMW producidos en México—, el Perú se encuentra en una buena relación con el gobierno de Donald Trump. Solo quedaría estabilizar el frente interno, en lo que Pedro Pablo Kuczynski está demostrando ser muy débil; ordenar su bancada en el parlamento, lo cual es algo verdaderamente difícil; y fortalecer el servicio de inteligencia para proveer los conflictos sociales, lo cual será motivo de otro artículo.

 

Alberto Orellana
23 de enero del 2017

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