Resiliencia del Gabinete Zavala

Zavala demuestra capacidad de tramitar adversidades

El Presidente del Consejo de Ministros (PCM), Fernando Zavala, aceptó sin contemplaciones la renuncia del ex ministro de Defensa, Mariano González, por haber promovido la carrera de su pareja en el portafolio en el sector Defensa. Zavala dejó caer la guillotina no obstante la trayectoria de González en el pepekausismo y, de una u otra manera, demostró una gran resiliencia que puede ser clave para que el primer Gabinete de PPK se mantenga en el tiempo.

La decisión de Zavala nos revela que el PCM comienza a afianzarse en el cargo y a tomar las decisiones que debe enfrentar cualquier líder de un gobierno (para no hablar de un jefe de gobierno) que desea perdurar. Semejante capacidad para adaptarse a las circunstancias adversas sin perder los objetivos es demasiado importante para una administración frágil —que expresa a la tercera bancada del Legislativo—, frente a una mayoría abrumadora naranja en el Legislativo.

Después de este incidente, Zavala debe ser observado de manera diferente no solo por los ministros del Gabinete, sino también por los demás actores del país. Siempre hay que recordar que al poder no solo se le respeta (como a un intelectual o a un sabio), también se le debe temer por su capacidad de sancionar.

Planteadas estas aproximaciones es fundamental que el Gabinete Zavala y el propio PCM entiendan cuál es la naturaleza de las relaciones que sostendrán con el Legislativo de aquí hasta el 2021. Como ya se ha sostenido, es evidente que entre el Ejecutivo y el Congreso se desarrollarán espacios de colaboración y de convergencias, pero también de choques frontales y disensos. Las delegaciones de facultades legislativas entonces se combinarán con interpelaciones y posibles censuras ministeriales.  El camino de las relaciones entre ambos poderes estatales, pues, será muy ancho y muy ajeno.

Fernando Zavala al frente del Gabinete debería perdurar, no solo porque PPK confía en el PCM y le delega el poder suficiente, sino porque es el mejor puente que existe entre el pepekausismo y el fujimorismo. Un pepekausismo sin Zavala, al menos por ahora, se convertiría en una enorme interrogante.

¿A qué viene todo esto? A propósito de la posible interpelación del ministro de Educación, Jaime Saavedra, un sector de la izquierda ha comenzado a proponer que el Gabinete debería plantear una cuestión de confianza al Legislativo mientras se plantea un escenario de disolución del Legislativo. Jugar con fuego siempre incendia al pirómano. Un ministro por el Gabinete es demasiado, ¿o no? Parece muy irracional en tiempos de democracia. A menos que no exista reforma educativa al margen del titular cuestionado.

Plantear la política en esos términos puede funcionar para algunos días o semanas, hasta que merme la aprobación popular —como parece que sucederá— del Gobierno. Con una administración en apuros por el desborde criminal y las impaciencias desatadas no solo habrá una interpelación sino varias. Se debería, pues, buscar algún tipo de salida a este tipo de tensiones que podrían ensombrecer las relaciones Ejecutivo y Legislativo de aquí hasta el 2021. Algo se debería hacer.

Una de las claves para construir gobernabilidad en una de las administraciones más frágiles de los últimos tiempos es otorgar estabilidad al primer Gabinete de PPK. Semejante objetivo es largamente superior al de canonizar a uno o dos ministros porque una mayoría mediática pretende suplantar la soberanía con que ha sido investidos el Ejecutivo y el Legislativo en la última elección nacional.

Por Víctor Andrés Ponce