LA COLUMNA DEL DIRECTOR >
Reflexiones sobre la naturaleza del poder y del gobierno
¿Qué hay detrás de la propuesta de la Constituyente?
Desde el famoso libro Dos tácticas de la socialdemocracia en la revolución rusa (1905), de Lenin, la tradición bolchevique ha separado claramente la naturaleza del gobierno y del poder. Para las corrientes comunistas arribar al gobierno no es suficiente. Se necesita del poder para centralizar el control de la sociedad en el partido único e iniciar el camino de colectivizaciones y expropiaciones. Es bajo la influencia de esta confesión leninista que debemos entender la propuesta de la asamblea constituyente, cuyo único objetivo es centralizar el poder, estatizar la economía e iniciar la larga pesadilla del totalitarismo.
Todas las corrientes comunistas, izquierdistas y progresistas se distinguen porque en sus estrategias diferencian claramente el concepto del gobierno del concepto del poder. Lenin es el arquietecto de la estrategia bolchevique del asalto al poder. Gramsci y los intelectuales de la escuela de Francfort son los artistas de la guerra cultural contra los valores de occidente para desnaturalizar las instituciones republicanas. Y finalmente, arribar a una estrategia en que las corrientes anticapitalistas centralizan el poder. El mayor ejemplo de esta estrategia cultural se está materializando en Chile.
En nuestro país Perú Libre ha planteado la asamblea constituyente. Hasta hoy no se sabe si Pedro Castillo reafirmará esta propuesta o se decidirá a gobernar dentro de los marcos constitucionales. Sin embargo, cualquiera sea la decisión del señor Castillo resulta incuestionable que tarde o temprano se visibilizará una estrategia que combine la lucha por el gobierno y el poder. No obstante, hay algo que será evidente desde el primer día del nuevo gobierno: la voluntad de construir el partido comunista que se encargue de unificar la estrategia de gobierno y poder. Hoy Perú Libre conduce el Estado y no existe la menor duda de que lo utilizará para potenciar y fortalecer la construcción de ese partido comunista que requiere toda estrategia bolchevique.
Ese es el camino del populismo, las expropiaciones, las nacionalizaciones y las ofertas fáciles para la gente. En otras palabras, contemplaremos un gobierno que desde la cúspide del Estado potenciará todas las estrategias comunistas “de abajo hacia arriba”.
¿Cómo deben enfrentar los demócratas y republicanos esta estrategia totalitaria arriba descrita? En el siglo XX solo hubo una fórmula: la construcción de partidos democráticos y republicanos con la misma voluntad de poder para defender las libertades políticas y económicas. La pregunta que emerge entonces es ¿Acción Popular, Renovación Popular Fuerza Popular, Avanza País y otros están pensado en una respuesta parecida a la estrategia comunista? De ninguna manera.
La centro derecha está sumergida en todos los vicios del pragmatismo (falta de ideología, personalismos, clientelismos y argollas) que se convierten en enemigos de cualquier proyecto político de organización de los miles de ciudadanos que en la segunda vuelta salieron a marchar por la defensa de las libertades políticas y económicas. Desarrollando un balance reduccionista, se podría señalar que el triunfo de los comunismos y las izquierdas hoy en el Perú se explica por la falta de una teoría organizativa partidaria de la centro derecha.
El único camino para detener el totalitarismo es la organización de una inmensa fuerza republicana de abajo hacia arriba.
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