Petróleo y gobernabilidad

La polémica decisión del Congreso de entregar a Petroperú lote 192

El pleno del Congreso de la República, con el voto favorable de 71 congresistas, acaba de levantar los candados que impedían que Petroperú ingrese a proyectos de exploración y explotación de petróleo si antes no consigue el financiamiento para el Proyecto de Modernización de la Refinería de Talara (PMRT), que suma la friolera de US$ 3,500 millones.  El acuerdo autoriza a “Perú-Petro, previa evaluación y mediante negociación directa”, a otorgar la administración del Lote 192 a Petro-Perú.

Lo impresionante de la decisión congresal es que ha producido un alineamiento político que, algunos meses atrás, hubiese parecido imposible. El nacionalismo, el fujimorismo, el pepekausismo y el toledismo se sumaron a la ola estatista petrolera respaldando la propuesta de que Petroperú asuma el Lote 192. Con la especie de sacada de cuerpo de Humala, Pedro Cateriano y su maltrecho Gabinete quedaron desamparados en el tema y al borde del abismo.

¿Qué actitud asumirá ahora Cateriano? La mayoría de personas que lo conocen vaticinan que el hombre presentará su renuncia irrevocable. Si los malos augurios se confirman, se produciría un duro golpe a la gobernabilidad, porque tal como van las cosas con la mal llamada pareja presidencial, los únicos islotes de cordura en el oficialismo lo representan Cateriano y algunos de sus ministros.

Con el nivel de polarización entre la oposición y la pareja presidencial con el asunto de las agendas y las compras de predios, el alejamiento de Cateriano dibujaría enormes interrogantes sobre la transición hacia el 2016, no porque haya posibilidades de alguna jugada anti constitucional, sino porque el desarrollo de un cronograma electoral requiere predictibilidad y colaboración entre los poderes del estado.

Si las cosas se desgracian ya no solo será responsabilidad del oficialismo sino también de la oposición. Quedará claro que todos priorizaron sus estrategias electorales antes que la gobernabilidad. Sin embargo, ¿cuál es la base o el fundamento sobre el cual se puede desencadenar esta crisis de gobernabilidad? Más allá de la propaganda de la izquierda y el malhumor del Gobierno Regional por la caída del canon petrolero, no parecen haber argumentos.

Los ingresos de Loreto no van aumentar porque Petroperú administre el Lote 192. Seguirán iguales y a la baja mientras el precio del petróleo continúe desplomándose.

De otro lado, los arrestos estatistas en el petróleo parecen una  parodia de las pasadas tercianas petroleras. El Perú es un país con alto riesgo geológico, es decir, casi no hay petróleo. Algo nos tenía que salir mal con la naturaleza. No hay posibilidades entonces de soñar una “empresa estratégica”como antes.

El Lote 192 es un anciano que solo produce 10 mil barriles diarios no obstante que los setenta llegó a producir 120 mil. Por cada diez barriles extraídos de agua solo se consigue uno de petróleo. Y es tan pesado que se necesita disolvente para procesar y transportar el oro negro. Importar los disolventes determinaría que el costo de producción nos salga más caro que el precio del petróleo internacional.

En este contexto, ¿quién debe asumir el riesgo de manejar el Lote 192? Difícil dudar que sea un privado, sin embargo se nos puede venir una crisis de gobernabilidad.

Por: Víctor Andrés Ponce