!Surge voz republicana!

El comunicado Pronunciamiento a nuestros compatriotas —publicado el miércoles pasado en el diario Expreso— arrasó en las redes sociales y ha destrozado los nervios de todos los operadores del oficialismo. Horas después del exabrupto presidencial —una ridícula caminata hacia el Congreso para pechar a los legisladores a aprobar “su reforma política” (una reforma que desata polarización y guerra, ¿qué reforma es?)— se conoció del mencionado comunicado. Intelectuales, políticos, empresarios, periodistas y profesionales, al margen de adhesiones políticas y partidarias, reclamaron una voz en medio del deterioro institucional que impulsa la administración Vizcarra.

Nadie se esperaba un comunicado tan amplio, tan republicano, tan de la sociedad civil —nos dirían nuestros politólogos de izquierda delgaditos— que lanzara una voz luego de la chambonada presidencial que pretendía legitimar el funcionamiento de la Constitución y las instituciones en base a periodicazos y reportajes casi sin audiencia y escasa credibilidad. Es decir, que pretendía consolidar una “democracia plebiscitaria”, que funciona en base a movilizaciones mediáticas y los sondeos de Ipsos, y al margen de la Constitución y las leyes. En cualquier caso, el azar jugó a favor de un comunicado que se organizaba días atrás.

El mencionado comunicado critica el desarrollo de criterios plebiscitarios para torcer las instituciones de la República y el avance de la criminalización de la política, que se expresa en linchamientos mediáticos de políticos y detenciones sin acusación fiscal ni juicio oral. También es una crítica frontal del pensamiento único que los sectores marxistas pretenden imponer en la escuela como una estrategia para establecer ideologías oficiales en el Estado.

Quizá el comunicado se convierte en un misil democrático en el preciso momento en que la coalición vizcarrista —ONG marxistas (encabezadas por IDL y Transparencia), medios de comunicación tradicionales, estudios de abogados y diversos grupos— pretendía dividir el mundo entre buenos y malos: el Ejecutivo y la coalición vizcarrista “que lucha contra la corrupción”; y el Congreso, repleto de “corruptos” y que explica todos los males del país. El comunicado, pues, desafía esta lógica binaria que pretende imponer el marxismo y plantea que las acciones de Vizcarra obligan a una respuesta republicana al margen de colores políticos e ideológicos.

Pero el otro aspecto que ha causado úlceras es la decisión de los firmantes de desarrollar una posición laica, libertaria —no clerical ni confesional— en contra del pensamiento único y la llamada ideología de género. En el Perú los sectores marxistas han logrado imponer la falsa moral del “pensamiento correcto” en base a una serie de estratagemas. Y, en el caso de la escuela pública, se han lanzado a imponer la ideología de género, argumentando una supuesta de defensa del derecho de las minorías. Sin embargo, el verdadero objetivo es crear una escuela pública con “ideologías oficiales”, como parte de una estrategia general que busca controlar la sociedad desde el Estado sin ganar elecciones (hoy es el género, mañana será la historia, el medio ambiente y los derechos humanos, por ejemplo).

Pero quizá lo que más aterra a los marxistas y a los activistas —que se camuflan como periodistas— es que el comunicado revela la posibilidad de hacer una política republicana sin militancia y sin bandera ideológica. Es decir, una política que empieza y termina en la defensa de las instituciones de la República.

Si esta confluencia republicana sigue consolidándose, el frenazo que causó la muerte de Alan García a la estrategia de los sectores marxistas de judicializar la política y controlar la República, en muy poco tiempo se convertirá en una derrota total. Y si las úlceras siguen sangrando es porque, luego de mucho tiempo, los sectores democráticos en el Perú recuperan la iniciativa. También, pues, hay buenas noticias.