LA COLUMNA DEL DIRECTOR >
La responsabilidad de César Acuña
La amenaza comunista sigue allí agazapada
Después que César Acuña, líder de Alianza para el Progreso (APP), asumiera la responsabilidad de detener la vacancia contra Pedro Castillo, se dibujan enormes interrogantes sobre el futuro del sistema republicano. ¿Gana la República con este desenlace? ¿Cuáles son los sectores que se benefician con la nueva coalición que se dibuja en el Congreso?
Para responder a estas interrogantes vale ensayar una hipótesis: si el Gobierno de Castillo se desliza hacia el centro,y se aleja de la amenaza comunista de la asamblea constituyente y de las nacionalizaciones del gas y de los recursos naturales, y toma distancia del eje bolivariano, entonces se podría sostener que la libertad ha ganado un respiro en el Perú. Acuña, entonces, crecería en dimensiones políticas.
Sin embargo, si la administración Castillo no se mueve del extremo izquierdista y persiste la amenaza comunista con Perú Libre y Vladimir Cerrón empoderados, pues sería evidente que Acuña se ha empequeñecido como político y ha destruido a Alianza para el Progreso como una interesante posibilidad provinciana. Si ese es el resultado de la nueva coalición que parece formarse, el sistema republicano podría vivir sus últimos calendarios y contemplaríamos el fin del acuñismo como fenómeno político.
Ahora bien, ¿Acuña puede librarse del capítulo político que acaba de escenificar en el Congreso? Al margen de las palabras y las declaraciones, la política es el resultado. Y si el resultado es la consolidación del comunismo no se salva Acuña ni las libertades.
Ahora bien, ¿cuáles podrían ser las señales de que el Perú y el Ejecutivo comienzan a virar hacia la moderación? Una de ellas sería, incuestionablemente, un cambio de gabinete. Una señal requerida: una imagen de apertura más allá de los gabinetes intrauterinos dentro del comunismo y la izquierda que ha formado Castillo con los equipos Bellido y Vásquez.
Otra señal decisiva será impedir que el Gobierno de Castillo manosee el modelo económico, más allá de que los anuncios de la constituyente y las nacionalizaciones hayan derribado las posibilidades de que la inversión privada crezca en el 2022. ¿Cómo se evita que se toque el modelo? En lo inmediato: el Congreso debe rechazar la solicitud de delegación de facultades para legislar en tributos solicitada por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). No obstante contar con más de US$ 8,500 millones adicionales (por precios de minerales, deuda y pagos adelantados), el MEF pretende exprimir más a los ciudadanos y las empresas para repartir bonos y regalos con el objeto de que la izquierda gane las elecciones regionales. Si eso sucede, de allí existiría medio paso a la constituyente.
Otro hecho que revelaría que la administración Castillo se distancia de la amenaza comunista podría ser que el Estado, como tal detenga, la desvergonzada intervención política de Evo Morales en el Perú, que tiene como objetivo fracturar nuestro territorio nacional. Hasta hoy el Gobierno de Castillo ha alentado esa estrategia contra el Perú.
Estas señales revelarían que la audacia de Acuña en el Congreso tiene algún sentido. Por sobrevivencia política, el propio líder de APP debería ser el más interesado en que estos signos se materialicen. De lo contrario, el ejercicio del poder siempre será el sepulcro de los políticos. Veremos.
COMENTARIOS