El liderazgo de Milei en Hispanoamérica

Es incuestionable que el éxito de las reformas económicas en la Argentina organizará un nuevo paradigma de ajustes y reformas en los países emergentes, y particularmente en Hispanoamérica. En Latinoamérica, por ejemplo, la izquierda en todas sus versiones solía criticar la economía de mercado calificándola con el estribillo de “neoliberal”, porque ella había nacido bajo el impulso de gobiernos autoritarios: la dictadura militar de Pinochet y el gobierno de Fujimori.

El éxito de las reformas de Milei se desarrolla en democracia, y los buenos resultados en el control del déficit y la inflación parecen apuntar que las cosas enrumban a buen puerto. Si se consolida la transformación económica de Argentina –la tercera economía más grande de la región luego de Brasil y México– será un golpe devastador para las narrativas y fábulas de las izquierdas y las corrientes bolivarianas, que empantanan en la pobreza y el atraso a la región.

En este escenario, al margen de cualquier intención, las transformaciones en Argentina se desarrollan bajo un intenso y fuerte liderazgo de Milei en Hispanoamérica. Un liderazgo que ha llevado al mandatario argentino a colisionar con diversos presidentes identificados con las corrientes de izquierda. Así ha sucedido con Gustavo Petro, Manuel López Obrador y Lula da Silva.

Unos días atrás el ministro español de Transportes, Óscar Puente, acusó al presidente de la Argentina, Javier Milei, de ingerir “sustancias” durante una reunión del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). El brutal exabrupto del funcionario se produjo un mes antes del viaje de Milei a España, en donde recibirá el premio Juan de Mariana. A su paso por ese país, el mandatario argentino también tiene planificado reunirse con Santiago Abascal, líder del partido Vox.

La respuesta del gobierno argentino ante la ofensa del funcionario del gobierno de Pedro Sánchez fue durísima. Milei ordenó a sus ministros redactar el comunicado y el mundo conoció toda la magnitud de la fractura política que atraviesa Hispanoamérica. El comunicado señala que el gobierno de Argentina repudia las calumnias e injurias del ministro de Transportes español. Igualmente asevera que el gobierno de España tiene problemas más importantes de los cuales ocuparse como el de las acusaciones de corrupción en contra de la esposa de Pedro Sánchez. Agrega que Sánchez ha puesto en peligro la unidad del Reino pactando con separatistas y llevando a la disolución de España, y que “ha puesto en riesgo a las mujeres españolas permitiendo la inmigración ilegal”.

El comunicado del gobierno de Argentina, de una u otra manera, desnuda la naturaleza neocomunista y progresista del gobierno de Pedro Sánchez que, en muchas ocasiones, se oculta bajo las formas de la Unión Europea. Acusar al gobierno de pactar con los separatistas es señalar a nivel mundial que el Ejecutivo pretende destruir la monarquía constitucional y la unidad del histórico reino de España. Por otro lado, encumbra a Milei como un verdadero líder en Iberoamérica, porque desvela la fractura ideológica que atraviesa a todo el mundo de lengua hispana, una fractura que desarrollan las corrientes neocomunistas, que utilizan la democracia para reventarla desde adentro.

En cualquier caso, algo que nunca se había visto, más allá –salvando las distancias y diferencias– del incidente en que Juan Carlos I, anterior rey de España, mandó a callar a Hugo Chávez. O quizá la respuesta de Milei ante Sánchez revele que la hispanidad vuelve a resucitar en medio de las olas destructivas de la globalización de la actualidad. Veremos.