El factor Acuña

Análisis del ascenso del candidato de APP en las encuestas

La subida de César Acuña al tercer lugar en la intención de voto, desplazando a Alan García al cuarto, tal como lo registran dos encuestadoras, revela que en el Perú existe un voto no fujimorista que es ancho, ajeno, inasible, y que, de una u otra manera, continúa siendo un actor que no se puede desconocer.

Mediante una interpretación extensiva, uno podría llegar a sostener que las actuales ubicaciones de PPK y García tienen que ver con la búsqueda de ese electorado que no se siente representado por el fujimorismo (diferente a la irracionalidad y el primitivismo del antifujimorismo). El alza de Acuña se produce por la existencia de ese universo.

Ante un PPK que se mantiene segundo y un García que preserva un inmutable 8%, Acuña se convierte en la novedad, en “el emergente que podría representar” la emergencia nacional que ninguno de los candidatos del hasta hoy llamado elenco estable (Keiko, PPK, y García) se ha propuesto representar.

Sin embargo, más allá de un intenso trabajo de bases en el norte y el interior, y de unas finanzas electorales envidiables, Acuña hasta hoy no ha demostrado fibra, no ha sacado los arrestos y propuestas que nos podrían decir que ha llegado para quedarse. Digamos que los activos mostrados no alcanzan para ganar. Quizá hoy, con mayor visibilidad, sea hora de desempolvar la propuesta, sin embargo atreverse a más se podría convertir en un verdadero Waterloo. Un planteamiento infundado ante los millones de electores y la cosa se derrumba.

En el caso de Keiko la aparición de Acuña no debería llevar a ajustes y modificaciones. Sigue beneficiándose del derrumbe nacionalista y el silencio es la mejor estrategia. Muy por el contrario, en el caso de PPK y García se impone una clara orientación: evitar pisar la cáscara de plátano que ahora representa Acuña. Es decir, evitar confrontar con el aparecido, porque, en realidad, es lo que él necesita.

Paradójicamente, PPK y García quizá solo tengan una opción para avanzar: propuestas y más propuestas hasta ahogar las guerras sucias que se fomentan desde Palacio, un sector de la izquierda mediática y el llamado vargallosismo. ¿A qué nos referimos?

Poco a poco va quedando claro que Palacio y un  sector de la izquierda mediática intentan colonizar a Acuña y a Alianza para el Progreso (APP). Es el abrazo del oso que lleva a la derrota. Ha trascendido (por confirmar) que Beatriz Merino  se podría la camiseta de APP y, entonces, el paisaje estaría claro. Existen sectores en la política del país que actúan con los impulsos típicos de los extremismos fundamentalistas: apoyar a cualquiera, no importa la propuesta ni la naturaleza, con tal de que mi enemigo no avance. Es decir, con tal de que no prosperen Keiko ni García.

Palacio, un sector de la izquierda mediática y el vargallosismo no renuncian al protagonismo electoral. Apoyan a PPK, pero si la cosa no funciona, entonces, está Acuña y si todavía no funciona, están Verónica Mendoza o cualquiera. Este lado de la élite está asumiendo una terrible responsabilidad: son corresponsables del desastre nacionalista y siguen jugando con gasolina y fuego

Felizmente creemos que en el Perú ya existe una racionalidad popular, luego de tres procesos electorales ininterrumpidos. La gente puede buscar el candidato no fujimorista y, en semejante búsqueda, se puede apostar por atajos temporales como el de Acuña, pero, finalmente, luego de la tragedia de la novedad que signfica Humala, la gente optará por el refrán que dice más vale malo conocido que bueno por conocer.

Por: Víctor Andrés Ponce