¿El cometa Cateriano?

Todo indica que los obstáculos que enfrentará Cateriano vendrán desde Palacio.

Cuando una semana atrás se nombró a Pedro Cateriano como presidente del Consejo de Ministros, nadie imaginó el giro de 180 grados que asumiría su conducta frente a la oposición. De aquel Cateriano que lanzaba tuits emponzoñados contra los líderes fujimoristas y apristas no queda rastro alguno. Una clara demostración de que al parecer estamos ante un político capaz de postergar sus pasiones y estrechar la mano del rival. Si hay dudas, allí están las reuniones con Keiko Fujimori y con Alan García. ¿Alguien imaginaba algo parecido? Ni el más sagaz analista se atrevió a tales vaticinios.

No obstante, luego de este periplo en los terrenos de la oposición todavía hay espacio para las suspicacias. ¿Cateriano se muestra tan discreto en política solo para conseguir el voto de investidura del Gabinete? ¿Después de la venia del Legislativo regresará el Cateriano de la guerra? Al margen de cualquier opinión, la reunión entre Cateriano, representante del más duro antifujimorismo, con Keiko Fujimori es un hecho que podría revelar algo diferente en nuestro espacio público. Es como si los humores más encontrados de la sociedad cruzarán un Rubicón para escucharse.

Los gestos y las buenas maneras son fundamentales para construir acuerdos y consensos en la democracia y en la vida. Hay estudios que señalan que de tanto decir buenos días a alguien por simple cortesía, realmente, llegamos a desear que esos días sean muy buenos para nuestro interlocutor.

A estas alturas, sin embargo, todo indica que los principales problemas que enfrentará Cateriano no están del lado de la oposición sino de la cúspide de Palacio. Es difícil pensar que, en los cálculos de Humala a la hora de nombrar a Cateriano, se haya considerado este periplo democrático que el jefe de Gabinete ha desarrollado. Hay entonces en la relación entre Humala y Cateriano la posibilidad de un cortocircuito que podría convertir al Primer Ministro en un cometa brillante, pero de gestión fugaz.

Ahora bien, ¿por qué Cateriano parece gozar de tanta autonomía? ¿Por qué se muestra como un verdadero jefe de Gabinete? Es evidente que luego de la censura a Ana Jara el margen de maniobra de la mal llamada pareja presidencial se ha reducido considerablemente y, el Primer Ministro está usando plenamente las nuevas posibilidades.

Con cada gesto y acción democrática, Cateriano se fortalece y acrecienta sus posibilidades de autonomía. Si consigue un amplio respaldo en el Legislativo será un jefe de Gabinete empoderado por la oposición y con el apoyo de Mario Vargas Llosa, uno de los llamados “garantes” del régimen nacionalista.

En un contexto de ese tipo, ¿puede haber un cortocircuito entre Humala y Cateriano? Difícil, aunque posible, sobre todo si consideramos el estilo de Humala, quien denunció jaurías en contra Nadine Heredia en el preciso momento en que Cateriano visitaba las tiendas opositoras. A diferencia de otras ocasiones, las declaraciones de Humala no tuvieron eco, excepto una que otra respuesta. Es decir, el jefe de Estado no pudo detener la lluvia de gestos democráticos que contemplamos esta semana con algo de incredulidad.

En todo caso, asistimos a un capítulo inédito en nuestro proceso político. Una censura contra un Ejecutivo que, en vez de ahondar la polarización, desarrolla una posible rectificación democrática que los peruanos de buena voluntad apuestan a que continúe.

Por Víctor Andrés Ponce
10 - Abr - 2015