¿El Apra en guerra contra Alan?

Líder aprista estaría cometiendo uno de los peores errores de su carrera política

Durante los dos primeros años de gobierno de Humala, el intento de inhabilitar a Alan García se transformó en un favor gratis para el líder aprista. Así como se dijo que Susana Villarán fue la jefa de campaña del triunfo de Castañeda, la obsesión nacionalista contra García se transformó en la consolidación de una candidatura presidencial. Los peruanos de buena voluntad entendían que si pasaba la inhabilitación, entonces todo podía suceder. De allí la necesaria defensa desinteresada de García.

Hoy que la inhabilitación es imposible frente a un régimen arrinconado por la oposición, la desaceleración económica y el fallo judicial que exonera al líder aprista, es hora de volver los ojos sobre el García de carne y hueso. La persecución ya pasó, se terminaron los regalos políticos.

Una de las cosas que llama poderosamente la atención es el abierto enfrentamiento entre el líder aprista y el partido de Alfonso Ugarte. No se puede tapar el sol con un dedo y Enrique Cornejo desautoriza a García, en realidad, cuando puede hacerlo. Todo señala que no se trata de Cornejo sino de un enfrentamiento sin cuartel entre el partido y García.

Ha trascendido que la propuesta del Frente Nacional del líder aprista buscaría, sobre todo, agrupar a personalidades como Lourdes Flores y Diego García Sayán, por ejemplo, para abarcar el más amplio espectro del voto no fujimorista. Pero detrás de la iniciativa estaría la intención de subordinar, de poner a un lado, o como quiera llamarse, al partido de Alfonso Ugarte, al partido de Haya de la Torre. Ante la estrategia alanista los dirigentes de Alfonso Ugarte se preparan para responder con todo. Entre las medidas: la convocatoria a un Congreso Nacional del PAP.

De confirmarse esta versión, el líder aprista estaría cometiendo uno de los peores errores de su carrera política, porque una cosa es proponerse reformar, reorientar e, incluso, subordinar, al viejo partido de Haya de la Torre, con el que llegó a la Presidencia dos veces y, otra cosa, muy diferente, es pretender voltear la página como si tratara de un documento más.

García cometería el yerro tradicional del antiaprismo: creer que el PAP está muerto. Si el enfrentamiento entre García y el Apra persistiera y el ahora líder aprista ganara las elecciones, entonces, Haya continuaría siendo el único grande del aprismo. No obstante que nunca llegó a la presidencia le dejó al Perú un partido en el siglo XX. Pese a que sería tres veces jefe de Estado, García no le dejaría un partido al Perú del siglo XXI y habría contribuido a destruir lo poco que permanecía.

Paradójicamente, a medida que continúa el enfrentamiento el poder del PAP crece frente al líder aprista, quien parece haber olvidado que tiene una dura batalla que ganar: pasar a la segunda vuelta ante la incuestionable postulación de PPK, el hombre de la frase mordaz que ridiculiza todo lo que encuentra a su paso. Un buen general antes de una batalla cohesiona sus unidades, no las divide.

Los cristianos reconocen que la soberbia es uno de los pecados capitales y los buenos políticos, aquellos con mirada de águila, siempre buscan contrapesar sus propias percepciones y alejarse del ayayero. En la Roma Imperial, cuando las legiones regresaban luego de conquistar las provincias y marchaban frente al César, existía la obligación de que un consejero repitiera en la oreja del monarca lo siguiente: Recuerda, César, que eres mortal, recuerda que eres mortal.

Por Víctor Andrés Ponce

31 - oct ‘ 2014