Debate ideológico en medio de la pandemia

La pandemia mundial del Covid-19 ha desatado un debate mundial sobre las prerrogativas del Estado sobre la sociedad, los privados y los ciudadanos. Los sectores colectivistas y antiglobalistas han lanzado una feroz ofensiva ideológica, incluso afirmando que ha llegado el fin del capitalismo. Los actos de piratería de los estados, que expropian equipos especiales de protección para el personal de salud y los respiradores, impulsa a algunos a sostener igualmente que estamos en el epílogo del comercio mundial tal como lo conocemos.

Es evidente que la globalización, luego de la caída del Muro Berlín está sufriendo un terremoto de grado 7. La desesperación de los gobiernos los lleva a arrancharse los equipos médicos, pero nada, absolutamente nada, indica que los pilares que sostienen al mundo tal como existe vayan a derrumbarse. Incluso salir de una feroz recesión planetaria, que puede convertirse en otra gran depresión, obligaría a los estados a comerciar con extrema ferocidad para superar con rapidez el desastre económico y social. 

De otro lado, es evidente que estas visiones apocalípticas se alimentan del pánico que produce un enemigo invisible y absolutamente imprevisible. Sin embargo, las versiones optimistas señalan que la vacuna estaría distribuyéndose en el planeta antes de unos tres meses, sobre todo por los avances de las pruebas que desarrolla el ejército chino.

Con una vacuna en plena comercialización, ¿cómo quedarían las visiones apocalípticas con respecto a la globalización y el capitalismo? Lo que sí se producirá inevitablemente es una revolución dentro del sistema de organizaciones de la globalización. Por ejemplo, el gobierno de Taiwán ha denunciado al mundo que alertó en diciembre pasado a la Organización Mundial de Salud (OMS) sobre una pandemia de “neumonía atípica” en Wuhan (China). No obstante, la organización mundial no hizo nada. En un primer momento la OMS negó las alertas de Taiwán, pero el Gobierno de Taipei ha hecho públicas las misivas. ¿En donde estaba la OMS? Bueno, estaba en una agenda anticapitalista contra la industria alimentaria de los países en desarrollo. En Perú y en Chile había logrado imponer los llamados octógonos para los productos de la industria alimentaria. Demasiada ideología y poca ciencia.

Algo parecido sucede con todos los organismos multilaterales de la globalización que han promovido debates ideologizados sobre la incompatibilidad entre capitalismo y medio ambiente, la ideología de género, la supuesta de defensa de DD.HH. para debilitar la autoridad de los estados democráticos, y que han alentado el enfrentamiento entre consumidores y empresas. Los mencionados organismos multilaterales han promovido estados enormes, con ministerios muy curiosos (Mujer, Cultura, Ambiente, Deporte e, incluso, hasta de la Igualdad), en vez de plantear que los estados concentren sus presupuestos en educación y salud. El Perú, por ejemplo, es un caso típico de una sociedad con ingresos medios con un Estado con ministerios de todo tipo y para todos los gustos.

Sin embargo, más allá de cualquier crítica, es evidente que a partir de ahora algo cambiará radicalmente en la globalización. Los recursos y las investigaciones de los países desarrollados no solo se concentrarán en la tecnología militar, sino también en la guerra contra los gérmenes. Semejante giro se producirá bajo la sombra de diversas teorías conspirativas que hablan de una guerra bacteriológica en curso. Al final la humanidad saldrá ganando –como suele suceder en este tipo de crisis– con mayor ciencia y tecnología médica que abrirá otro periodo de soberbia, tal como sucedió antes de la pandemia del Covid-19.

En cualquier caso, el mundo tal como lo conocemos es el único mundo que nos permitirá salir con extrema rapidez de la pandemia. Siempre vale recordar que las vacunas contra la polio y la tuberculosis demoraron décadas. La vacuna contra el Covid-19 se producirá en meses.