Congreso: ¿surge bloque que defiende el modelo?

Los 73 votos que rechazaron la censura de la ministra de Economía y Finanzas, María Antonieta Alva, sorprendieron a tirios y troyanos. Sobre todo porque unas horas antes, una abrumadora mayoría de 93 votos ratificó a Manuel Merino como presidente del Congreso, luego de una moción de censura promovida por los sectores comunistas. Considerando que en las últimas semanas el Legislativo se convirtió en un huracán populista, que amenazaba derribar todos los fundamentos económicos de la libertad económica, ¿cómo entender el rechazo de la censura a la titular del MEF?

Si observamos que Acción Popular, Alianza para el Progreso, Fuerza Popular y Somos Perú se convirtieron el eje de la mayoría que evitó la censura de la ministra, es evidente que estas fuerzas políticas han decidido formar un bloque propio para defender el modelo, independientemente de UPP y del inexplicable Podemos. Todo indica que las fuerzas arriba señaladas han formado una convergencia para enfrentar las iniciativas de un Ejecutivo que, en medio del desastre de la pandemia y una feroz megarrecesión, pretendía seguir marcando las pautas de la llamada “reforma política” como mecanismo de confrontación permanente. Las señaladas bancadas, entonces, decidieron formar una confluencia general. 

En ese camino, las bancadas que ayer rechazaron la censura de la ministra Alva, al parecer, cedieron a las barbaridades populistas que solían provenir, sobre todo, de Podemos y de UPP. Hoy ese tipo de relaciones parece empezar a cambiar. De alguna manera AP, APP, Fuerza Popular y Somos Perú, parecen haber entendido que ceder al populismo para mantener un bloque frente al Ejecutivo es la peor receta para un Congreso con autoridad política y predicamento ante el país. Quizá en medio de este devastador choque de poderes, que empezó con la propalación de los audios de Palacio y continuó con el proceso de vacancia que inició el Legislativo, algunos partidos hayan sentido las desconfianzas e irritaciones que puede causar la irresponsabilidad en economía y en política.

Ante los yerros e incapacidades del Ejecutivo para contener el avance de la pandemia y la megarrecesión en curso, el Congreso no emergió como un poder que presentara prudencia, alternativas y criterios mínimos de gobernabilidad en medio de la tragedia. Por el contrario, la lógica de la guerra política con el Ejecutivo impulsó al Congreso a devolver golpe por golpe, a través de una fórmula disolvente: el populismo. 

Si el Ejecutivo gastaba a manos llenas, entonces el Legislativo también debía tener iniciativa de gasto y prometer el oro y el moro. En ese contexto, el Ministerio de Economia comenzó a aparecer como un espacio de la responsabilidad económica, que explica tres décadas de crecimiento y del proceso de reducción de pobreza.

El nuevo bloque del Congreso que evitó la censura de Alva, entonces, es una novedad que merece observarse con atención. Sin embargo, igualmente los hechos parecen indicar que cuando se trata de enfrentar las ofensivas de un Ejecutivo renuente al diálogo y los entendimientos, la convergencia abrumadora, que sobrepasa los 100 votos, volverá a presentarse. En cualquier caso, la única manera de evitar estas cosas absurdas e inexplicables es cancelando la guerra política y desarrollando entendimientos.