Nancy Arellano

MEDIOCRACIA, socializando a los partidos

MEDIOCRACIA, socializando a los partidos
Nancy Arellano
15 de junio del 2016

Los partidos necesitan a las nuevas generaciones

Más del 98% de los jóvenes no creen en la política partidaria, como señala el estudio de IPSOS Perú realizado en noviembre de 2015. El desencanto es visible por doquier y sepulta a los partidos políticos tradicionales, tal y como quedó demostrado en las elecciones presidenciales. Apenas un 1.2% tiene interés en el sistema de partidos. Estas cifras son alarmantes porque ponen de manifiesto las debilidades estructurales y la imposibilidad del recambio virtuoso dentro del sistema. Nada más peligroso.

En este sentido, pasadas las elecciones, corresponde a los partidos políticos repensar la forma en la que se acercan a los jóvenes. También cómo hacer de la política un medio viable para el ordenamiento del poder, y para lograr armonizar las demandas sociales de forma pacífica y efectiva con las estructuras del Estado. Las "nuevas generaciones", no tan nuevas ya, son más del 42% de la población electoral y serán más de la mitad para los próximos comicios. Ya no es importante conectar con los jóvenes, ahora es urgente.

En mi artículo anterior, señalé cuál podría ser el espectro político actual en el Perú. De ahí puede entenderse que hay un electorado que votó por las diferentes opciones y una gran parte que se dividió, electoralmente, entre las candidatura de derecha: la popular y la liberal. No obstante también sabemos que hay un efecto "anti", que muchos han marcado "el aspa" y que realmente no se "ponen la camiseta" de la opción votada.

La desconexión de las agrupaciones políticas con las juventudes y los adultos jóvenes se hace patente en la cultura política y el compromiso ciudadano, en las militancias paupérrimas de las agrupaciones, en la percepción que se tiene de las instituciones políticas, en la cantidad mínima de caras frescas en los liderazgos político-partidarios y en el descontento general con los cambios y la dinámica del sistema. Pero también hay efervescencia, hay disparadores que vimos en la campaña: Julio Guzmán, Alfredo Barnechea y Verónika Mendoza. Sin desmerecer lo que Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski han hecho, ambas son candidaturas repetidas, por lo cual el fenómeno que nos ocupa queda en las nuevas caras que aglutinaron jóvenes alrededor: juliobelievers, barnechéveres y verolovers.

Llama la atención que estas tres candidaturas pueden, de una u otra forma, aglutinarse en la centro-izquierda liberal, centro-izquierda progresista e izquierda extendida (por no caer en la determinación de la amplitud del Frente Amplio). En todo caso hablamos de una noción ética de la política, sustentada en un "deber" del Estado en función de reivindicaciones sociales y una tesis tolerante, inclusiva, de ancha base y crítica al sistema imperante. Al menos eso vendieron.

Quiero señalar que creo que hay imprecisiones electorales que permitieron capitalizar estos "afectos" y que dudo que, al momento de cristalizar una ideología partidaria, los tres liderazgos puedan mantener las cuotas de mercado electoral como mercado político. Sin embargo, lo cierto es que generaron un "acto de fe" que se pensaba olvidado; y que crea un caldo de cultivo, por demás interesante, para los próximos dos años, en términos políticos y, obviamente, electorales. Hay que resignificar lo que es derecha, centro e izquierda en el siglo XXI.

La labor es para todos. PPK desde su partido y desde el Poder Ejecutivo, Keiko desde Fuerza Popular y desde el Poder Legislativo, Verónika y Barnechea con sus bancadas y agrupaciones y Julio desde su partido brand new. Así mismo de un APRA que tiene un Congreso Nacional en puertas y un PPC que debe también hacer lo pertinente. Toda la clase política debe convocar a lo que yo llamo la “socialización partidaria”, la retoma de la dinámica política en la sociedad actual, comprendiendo cómo llevan las "nuevas" generaciones la interrelación de poder, cómo comprenden la comunicación política y cómo participan de estructuras mutables y neuronales, en redes yuxtapuestas e hipercomplejas.

No es fácil ni simple, pero tampoco es lento ni imposible. El estudio mencionado señaló que hay un 60% de jóvenes con interés en la política. Insisto, las herramientas están allí y los métodos ya están estudiados. Estamos en una mediocracia señores, no lo olviden. Ya no son quince minutos de fama, son quince segundos de meme; pero son.

 

Nancy Arellano

@nancyarellano

 
Nancy Arellano
15 de junio del 2016

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