¡La necesidad de interpelar a Saavedra!

No son los Panamericanos, es el proyecto educativo estatista

Ante los retrasos de las obras por los Panamericanos, diversos sectores de la oposición han planteado la necesidad de que el Congreso ejerza la facultad constitucional de interpelar al ministro de Educación, Jaime Saavedra, responsable político de la indolencia estatal. Si bien es verdad que el tema de los Panamericanos es bastante polémico —empeñarse en gastar S/ 4,000 millones de soles en un país con 3.4% de déficit fiscal, con caída en recaudación tributaria e incremento de la deuda pública puede sonar a frivolidad—, sin embargo es de enorme trascendencia política desarrollar una eventual interpelación a Saavedra por una sola razón: tenemos que convertir la “reforma de Saavedra” en un asunto nacional, en un debate largo y prolongado.

Las justificaciones para una interpelación son varias: los propios Juegos Panamericanos y el hecho de que el sector educación haya sido penúltimo en el 2014 y puesto 24 de un total de 30 entidades en el 2015 en cuanto a ejecución presupuestal de inversiones, no obstante el alarmante déficit de infraestructura escolar. También existe un reciente informe que establece que, en comprensión lectora y razonamiento matemático, los estudiantes de segundo media de los colegios públicos apenas consiguen un tercio del rendimiento alcanzado en los claustros privados.

Hay entonces muchas razones para una interpelación. Sin embargo, a entender de este portal, el ministro Saavedra desarrolla una “reforma” que pretende excluir al sector privado, a la sociedad y a diversas organizaciones sociales de la gestión educativa para concentrarlo todo en el Estado, en la burocracia estatal que hoy se ha encumbrado en el Ministerio de Educación.

Semejante apuesta es un boleto seguro para el estancamiento económico y social del país porque representa una verdadera irracionalidad en momentos en que se desatan los huracanes innovadores de la IV Revolución Industrial, sobre todo por el aporte del sector privado (Facebook, Microsoft, Google). Pretender convertir al Estado en el gran “alfabetizador de la Nación” es resucitar uno de los sueños más caros del imperio napoleónico del siglo XIX. Así estamos.

Uno de los argumentos de los que echa mano la gestión Saavedra es el ejemplo de la educación pública de Europa, del estado de bienestar que hoy se cae a pedazos. Al respecto siempre vale recordar que de las 500 empresas más grandes del planeta y creadas en las últimas décadas solo una está en el viejo continente, y que si el continente europeo sigue creciendo a tasas tan bajas en los próximos cien años podría convertirse en la nueva África. En el Minedu, pues, se asumen los ejemplos que hoy empiezan a desmoronarse ladrillo por ladrillo y se evita contemplar las experiencias que han permitido revoluciones industriales en las últimas tres décadas.

Ahora bien, ¿cómo entender entonces la propuesta de Saavedra? A entender de este portal, en la gestión del actual ministro hay una extrema ideologización a favor del Estado que, paradójicamente, es el principal responsable del fracaso educativo de la República. En otras palabras, el proyecto de Saavedra es el proyecto de la izquierda que, con mucha perspicacia, ha entendido la enorme importancia que tiene la educación para su estrategia de poder.

Por todas estas consideraciones es más que urgente proceder a la interpelación de Saavedra; no para buscar censuras, sino para desarrollar pedagogía ante la opinión pública y demostrar con absoluta claridad que “la gestión Saavedra y sus logros” solo representan un mayoritario entusiasmo mediático.