Educación superior online en vez de crear universidades físicas

El Congreso ha creado cerca de 40 nuevas universidades sin considerar criterios mínimos de calidad, únicamente atendiendo a la demanda de regiones y provincias alejadas, y con el claro objetivo populista de congraciarse con el electorado. Sin embargo, la creación de universidades sin estándares mínimos de calidad solo significa vender ilusiones, continuar profundizando los problemas de la educación superior.

Otro de los hechos graves de la creación de alrededor de 40 universidades mediante leyes del Congreso es que semejante decisiones se producen luego de que la Superintendencia Nacional de Educación Superior (Sunedu) culminara el proceso de licenciamiento sobre un universo de 144 universidades que existían. Durante el proceso se determinó que 98 universidades lograron licenciarse porque tenían oferta de carreras, grados y títulos de acuerdo a los objetivos establecidos para la institución y condiciones básicas de infraestructura, personal docente y líneas de investigación, entre otros. El desarrollo del licenciamiento –que empezó una década atrás– cerró 46 claustros del sistema universitario.

En este contexto, en el Congreso se crearon 40 universidades que obligarán a iniciar un nuevo ciclo de licenciamientos y causarán muchos desengaños con las poblaciones porque, simplemente, la ilusión de tener una universidad propia no se hará realidad si no hay condiciones básicas de calidad.

Sin embargo, lo que se ha olvidado es que si existe una buena normatividad para promover la educación online es absolutamente posible que las mejores carreras, los grados y títulos más calificados sean accesibles en todas las regiones y provincias. La conectividad, pues, puede extender la educación online a todos los peruanos, a todas las regiones y provincias. Es evidente que existen algunas carreras como la medicina, las ciencias químicas y físicas que demandan un nivel irrenunciable de presencialidad por el uso de laboratorios, máquinas y experiencia física en la formación de los futuros profesionales. En este aspecto la promoción de la educación online debería considerar parámetros básicos.

Pero lo que no se puede seguir haciendo en el país es crear universidades cada vez que los políticos perciben que pueden ganar votos cautivos, materializando una demanda por más inviable que sea. Se genera un evidente engaño a la población y se colocan piedras enormes a la reforma de la educación nacional. Todos los sectores académicos, incluido el Consejo Nacional de Educación, se han pronunciado en contra de esta negativa tendencia de crear universidades de aquí para allá.

Una de las claves para extender la educación online a todo el país y desarrollar una labor de inclusión de los sectores que no pueden acceder a la educación superior es pasar a la etapa de acreditación de las universidades y carreras licenciadas. La acreditación es un proceso vivo, que obliga a autoridades y profesores a mejorar no solo las condiciones básicas de calidad de los claustros sino también a relanzar la vida académica a través de planes de investigación y calificación de los docentes.

Por ejemplo, una facultad puede ser acreditada por un organismo privado independiente del Estado a condición de que el siguiente año incremente en 30% sus proyectos y resultados de investigación y se termine de nombrar a los profesores principales. La facultad consigue la acreditación a condición de seguir mejorando y elevando el nivel académico.

Con la acreditación de las universidades licenciadas, entonces, la extensión de la educación online es una plena posibilidad para llevar a las mejores universidades a las regiones y zonas más alejadas, incluso con graves problemas de conectividad física.