¡US$ 50,000 millones en inversiones en peligro por propuesta del MEF!

La Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) acaba de señalar que si prospera la propuesta de reforma tributaria del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), que busca incrementar la carga tributaria al sector minero, se desincentivarán las inversiones en ampliaciones de minas y en nuevos proyectos mineros por más de US$ 50,000 millones. 

Los números de la SNMPE se basan en las propias proyecciones del Ministerio de Energía y Minas: se prevé que 10 proyectos iniciarían obras en los siguientes cinco años generando, 600,000 nuevos empleos (directos e indirectos), las exportaciones se incrementarían en más de US$ 7,000 millones y se recaudarían S/ 5,000 millones más. ¿Alguien puede entender que se ponga en peligro semejante proceso de inversiones y círculos virtuosos para el Perú?

Algo tan negativo podría suceder si el Congreso otorga facultades legislativas en materia tributaria al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y se resta competitividad al sector minero. Es decir, si se pone en desventaja al Perú con respecto a los países del planeta con los que compite en captar nuevas inversiones mineras, sobre todo en cobre. Al respecto la SNMPE criticó frontalmente las argumentaciones en el MEF que señalan que la carga tributaria minera en el Perú llega al 41% de las utilidades. 

El gremio minero sostiene enfáticamente que la carga tributaria en minería en el Perú llega al 50% de las utilidades y que es más alta que la de los países con los que se compite a nivel mundial: Chile (41%), Canadá (36%) y Australia (44%). Las cifras del gremio minero coinciden con información diversa de consultoras nacionales e internacionales.

A estas alturas es difícil entender la voracidad fiscal del MEF, excepto si consideramos la urgencia de repartir bonos y engrosar las políticas populistas del Estado, de cara a las próximas elecciones regionales. Los sectores de izquierda, comunistas y colectivistas, al parecer, se han propuesto ganar la mayor cantidad de gobiernos regionales como un paso previo decisivo para avanzar en la estrategia de instalar una asamblea constituyente. Sin embargo, en ese camino no interesa la economía y menos la minería.

Todos sabemos que el Ejecutivo recibirá enormes cantidades adicionales de dinero por la situación excepcional de la economía. Se calcula que debido a los altos precios de los minerales, el endeudamiento público y los pagos adelantados al fisco (no obstante las deudas en litigio) de diversas corporaciones, el Gobierno recibirá US$ 8,500 millones más. Igualmente se sabe que el Estado (a través de los gobiernos central, regionales y locales) solo gasta el 70% de su presupuesto de inversiones públicas.

La pregunta inevitable que surge, entonces, ¿por qué el Ejecutivo quiere más recursos no obstante los recursos adicionales y la poca ejecución de gasto? Es evidente que el proyecto de la asamblea constituyente está sobre cualquier consideración.

A estas alturas es incuestionable que los sectores antimineros –que han organizado relatos, mitos y leyendas contra las inversiones en recursos naturales– hoy están en la cúspide del Estado. Cada acto del Ejecutivo parece orientado en contra de la minería, cuando los precios del cobre alcanzan récords históricos y podrían permitir que el Perú crezca por encima del 6% del PBI y reduzca la pobreza por debajo del 15% de la población.

El comunismo y el colectivismo, que suelen agitar propagandas a favor de los pobres, con sus posiciones antimineras, nos revelan que, en realidad, son los mayores enemigos de los excluidos del país. ¿Alguien puede negarse a seguir reduciendo pobreza? Parece que sí.