¡Solo el mercado salvará al turismo!

En su presentación ante el Congreso de la República para solicitar el voto de confianza, el presidente del Consejo de Ministros (PCM), Guido Bellido, planteó una serie de propuestas para “reactivar” el sector turismo, devastado en el último año por la crisis sanitaria y las pésimas gestiones de los gobiernos de Vizcarra y Sagasti.

El PCM Bellido indicó que revisará el proceso de subastas del FAE Turismo “para promover una ejecución del crédito por parte de los bancos que llegue a todos los rincones del país”. Asimismo, propuso la implementación de otros programas como “Turismo emprende” y “Somos artesanías”; sin embargo, no desarrolló el objetivo ni el alcance de estos.

Vale indicar que el FAE Turismo fue una iniciativa del pasado Gobierno de Vizcarra, un programa de créditos con aval estatal y dirigido a las pequeñas y medianas empresas. Pues resulta que solo a junio del 2021 se beneficiaron 1,200 pequeñas y medianas empresas de las más de 10,000 formales. El problema de este programa es que no ha flexibilizado ni ha reducido los requisitos. Muchas pequeñas y medianas empresas formales no han tenido ingresos durante más de un año, y eso ha conllevado a una serie de incumplimientos en el sistema financiero: retrasos en los pagos y morosidad. De allí que las empresas pequeñas y medianas no puedan acceder a los créditos. En el mensaje de Bellido no se dice absolutamente nada de ello.

Sin embargo, si bien continuar con el programa FAE Turismo puede ser una buena iniciativa, no es sostenible en el mediano y largo plazo. La dependencia exclusiva de los créditos con aval estatal no posibilitará que las mypes tengan un mejor desempeño en los próximos meses.  Lo único sostenible para las miles de mypes hoy es el mercado, y para ello se necesita una intensa promoción y programas de apoyo al turismo, tanto interno como externo.

En ese sentido, desde el Gobierno de izquierda hay marchas y contramarchas. La iniciativa –ahora dejada de lado– de la administración Castillo para desactivar el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) y diluir sus funciones y competencias en otros despachos, no ayuda en absoluto a la reactivación del sector turismo, que antes de la pandemia generaba divisas por más US$ 5,000 millones. Si el Perú captaba turistas extranjeros por más de 4.4 millones antes de la pandemia fue por el trabajo y la promoción del Ministerio de Comercio Exterior y por los 22 tratados de libre comercio (TLC) firmados por el Perú y ratificados por el Congreso, que abarcan a 58 países que representan el 80% del PBI mundial y el 40% de la población planetaria.

Todo indica que en la administración Castillo no se ha entendido que los programas estatales son simplemente un parche. El estatalismo es insostenible. Por el contrario, parece que en el comercio exterior como política pública central para el desarrollo pasa a ser un asunto relativo. Vale también recordar que en su propuesta de campaña Castillo decía que implementaría un turismo “sin fines de lucro”.