Reconstrucción a paso de tortuga

Un comunicado de la Comisión Multisectorial Encargada del Estudio Nacional del Fenómeno de El Niño (ENFEN) ha anunciado la existencia de “condiciones favorables” para la ocurrencia de un evento El Niño, con probabilidad de entre 57% y 74%. El comunicado precisa que entre diciembre y marzo 2018, no existen las condiciones para un Niño “fuerte-extraordinario” en el Pacífico. Por el contrario, existe un 48% de probabilidades de un Niño “débil”, y 42% de “neutro”.

De acuerdo a EFEN, se espera en la costa norte peruana lluvias normales y ligeramente superiores a lo normal, sin alcanzar la magnitud de las del verano 2017. Sin embargo, con las probabilidades de más del 50% de El Niño, la comisión está vigilante, monitoreando la evolución de las condiciones atmosféricas. Debido a los desastres ocasionados por El Niño costero en 2017 (que todavía no están siendo atendidos por el Estado como corresponde) y por la percepción ciudadana de una nueva ocurrencia por la temporada de frío y lluvia que todavía continúa, la población de la costa norte del país teme un nuevo fenómeno para el próximo verano.

Un Estado responsable —consciente de su ineficiencia y lentitud, después de los terribles huaycos e inundaciones del verano 2017— debió convocar al sector privado para hacer lo que se planteó en un primer instante: ejecutar un paquete de obras mediante los mecanismos Obras por Impuestos (OxI) y Asociaciones Público Privados (APP). Si hubiera sido así, hace rato las obras estarían concluidas, con la debida satisfacción de las poblaciones afectadas. Sin embargo, la presión de las autoridades locales hizo ceder a las autoridades del Ejecutivo.

Por la lentitud de la Reconstrucción con Cambios (RCC), el presidente del Consejo de Ministros, César Villanueva, recibió duras críticas. Del presupuesto de S/ 25,000 millones solo se ha gastado S/ 4,623 millones: el 18% del total asignado. En Piura, la región más afectada, de los S/ 902 millones solo se ha gastado S/ 133 millones: el 14.7% de lo asignado. Y en La Libertad, de S/ 178 millones asignados, solo se ha gastado ¡7.8%! (S/ 14 millones). Son los resultados de la poca o casi nula gestión y capacidad técnica de los gobiernos locales.

Los temores de la población por un nuevo “Niño costero” se agudizan cuando sus demandas no son atendidas por las autoridades locales y nacionales. El Estado ha transferido fondos por más de S/2,300 millones entre marzo y setiembre para 1,600 intervenciones (obras); sin embargo, las obras no se están realizando con la debida urgencia. Las autoridades locales encargadas del 50% de la ejecución (desde que Vizcarra asumió la presidencia del Ejecutivo) apenas muestran resultados visibles. Durante la gestión de Pablo de la Flor como autoridad de la RCC, el 75% de las obras estaban a su cargo. Con Vizcarra, el Estado sucumbió por el excesivo protagonismo de las autoridades locales.

Con el fenómeno de El Niño ocurrido en marzo 2017, una vez más queda demostrado que las instituciones y autoridades peruanas no están preparadas para responder inmediatamente a las adversidades provocadas por la naturaleza. Edgar Quispe Remón, director ejecutivo de la RCC, confirmó que las transferencias de recursos, entre marzo y agosto del presente año, recién han alcanzado del 12% al 62% del total del presupuesto programado para este año (S/4,361 millones).

Nuevamente comprobamos que las mayores dificultades el país están alrededor de la burocracia y la excesiva normatividad: detienen las inversiones privadas y las urgencias de los más pobres. Es evidente que nada está cambiando para bien. El perfil de las autoridades seguirá siendo el mismo después de las elecciones del próximo 7 de octubre.