Los grupos empresariales peruanos y su salto internacional

En las últimas décadas, varios grupos empresariales peruanos han demostrado que el crecimiento no se limita a las fronteras del país. Frente a la volatilidad económica y política de la región, conglomerados como Grupo Gloria, Intercorp y Aje Group han impulsado estrategias de expansión internacional con diferentes ritmos, enfoques y niveles de riesgo. Desde adquisiciones en sectores clave hasta el desarrollo de marcas propias en mercados exigentes, estas empresas están redefiniendo lo que significa ser una empresa peruana en el siglo XXI. Lejos de conformarse con el liderazgo local, están construyendo posiciones sólidas en mercados latinoamericanos, e incluso más allá, abriendo camino para que Perú gane presencia en la escena empresarial global.

El caso del Grupo Gloria es paradigmático. Nacido en Arequipa en 1941 como una empresa de leche evaporada, hoy es un conglomerado diversificado con operaciones en ocho países. Su estrategia de internacionalización se ha apoyado principalmente en adquisiciones clave que le permiten integrarse en el tejido productivo de cada país. La reciente compra de Ecuajugos S.A. en Ecuador, antes propiedad de Nestlé, no solo le dio acceso a nuevas marcas y canales de distribución, sino que reforzó su posición en un mercado donde ya tenía presencia desde 2005. Este movimiento no es un hecho aislado, sino parte de una línea estratégica que viene desde hace más de dos décadas.

Chile, Bolivia, Colombia, Argentina, Uruguay y Puerto Rico forman parte de la red internacional que Gloria ha tejido con paciencia, capital y visión. Su entrada al mercado chileno con la compra de Soprole —una de las principales firmas del sector lácteo de ese país— es un ejemplo de cómo ha logrado pasar de exportar productos a liderar mercados locales. En Bolivia, su apuesta fue doble: primero en el rubro lácteo con Pil Andina y luego en cemento con la compra de Soboce. En Colombia adquirió Algarra y consolidó su operación bajo la marca Gloria Colombia. Cada paso refleja una lógica de expansión que combina liderazgo en el sector, arraigo local y control operativo, sin perder su identidad peruana ni recurrir a fusiones que diluyan su estructura.

Intercorp, por su parte, ha seguido un camino más cauteloso, pero en los últimos años ha dado señales claras de que la internacionalización está en su radar. Tradicionalmente enfocado en la clase media peruana, el grupo liderado por Carlos Rodríguez Pastor ha empezado a extender su huella a otros países de la región. La expansión de Innova Schools hacia México, en alianza con el grupo Kaluz, marca un punto de quiebre. A eso se suma la adquisición de la transnacional Sinea y de Quicorp, lo que le ha permitido llegar a Colombia, Ecuador, Chile, Bolivia y Argentina con productos farmacéuticos y plásticos. Aunque aún predomina una lógica de exploración más que de conquista, el impulso está en marcha.

La dimensión que ha alcanzado Intercorp en el Perú hace que la expansión internacional sea no solo una posibilidad, sino una necesidad estratégica. Con Real Plaza, Inkafarma, InRetail y Cineplanet dominando el panorama local, la búsqueda de nuevos mercados se vuelve un paso natural. Expertos como Marco Contreras y Carlos Niezen coinciden en que el grupo tiene las capacidades y los cuadros gerenciales para crecer afuera, siempre que sepa adaptarse a las diferencias culturales y replicar modelos exitosos. Ecuador, Bolivia, Colombia y Centroamérica aparecen como plazas lógicas para seguir este camino, sobre todo si logran integrar las adquisiciones recientes bajo una estrategia regional coherente.

La expansión de Aje ha sido agresiva, estratégica y constante. Tras consolidarse en Perú, su marca estrella, Big Cola, compite de tú a tú con gigantes como Coca-Cola y Pepsi en varios países, forzando incluso ajustes en los precios de estos rivales en el mercado peruano. Llegó a Venezuela, Ecuador y Panamá a inicios de los 2000, y luego extendió sus operaciones a México, Centroamérica y más adelante a India, Vietnam, Indonesia, Egipto y Nigeria. El portafolio de productos se ha diversificado con marcas como Sporade, Pulp, Cifrut y Cool Tea. Además, Aje ha innovado en sus canales de distribución y ha establecido su sede corporativa en España para coordinar su presencia en ambos hemisferios. Su reciente incursión en el negocio minorista con la cadena 3A muestra que el grupo no piensa frenar su expansión y sigue explorando nuevas vías de crecimiento.

La internacionalización de los grupos empresariales peruanos no es un fenómeno uniforme ni lineal. Cada conglomerado ha seguido su propio camino, marcado por sus sectores de especialización, capacidades internas y estrategias de crecimiento. Grupo Gloria se ha expandido con firmeza y control; Intercorp avanza con prudencia pero sin pausa; y Aje se ha proyectado como una verdadera multinacional con identidad local. Lo que comparten es una visión: que el mercado peruano, aunque importante, no es el límite. Apostar por salir al mundo, construir marcas regionales y adaptarse a nuevos contextos es, hoy más que nunca, una necesidad para las grandes empresas peruanas que aspiran a jugar en las grandes ligas.