Ley de Promoción Agraria para más cultivos

Según el IV Censo Nacional Agropecuario (2012), realizado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), las unidades agropecuarias existentes en Perú totalizan una extensión de 14.11 millones de hectáreas, el 41.9% de toda la superficie agrícola nacional. Sin embargo, de ese total solamente 3.79 millones de hectáreas están consideradas como superficies agrícolas cultivables. Asimismo, se indica que la superficie agrícola no trabajada se debe a la falta de agua (que afecta al 49% de la superficie agrícola), a la ausencia de crédito (24.1%) y a la escasez de mano de obra (11.3%).

Los siguientes censos y encuestas agropecuarios darán mejores luces para ordenar las políticas de Estado alrededor del sector agropecuario. Confirmarían, además, lo indicado por Alfonso Velásquez, ex presidente de Sierra y Selva Exportadora, que Perú dispone ahora de 6.2 millones de hectáreas de terreno cultivable, de las cuales solo se aprovecha menos del 10%,

La habilitación de nuevas áreas de cultivo se debe a las inversiones privadas promovidas por la Ley de Promoción Agraria (Ley Nº 27360). En menos de 18 años esta ley ha logrado incrementar las exportaciones en más de 800%: de US$ 644 millones en 2001 a US$ 5,925 millones en 2017. Y se espera para el 2021 duplicar las exportaciones. Además, según Apoyo Consultoría, entre 2004 y 2017 en la costa agroexportadora la pobreza se redujo de 67% a 19%.

La prórroga de la Ley de Promoción Agraria —que vence en 31 de diciembre de 2021— , lista para su aprobación en el pleno del Congreso, extendería la vigencia por por lo menos 30 años más, con lo que el aprovechamiento de las áreas cultivables del Perú sería mayor. Se ha previsto que en los próximos años más de US$ 5,000 millones de inversiones podrían extender el aprovechamiento de las tierras cultivables del país con nuevos proyectos de regadío en regiones como Piura (Alto Piura), La Libertad (Chavimochic III), Lambayeque (Olmos), Áncash (Chinecas) y Arequipa (Majes-Siguas II). Por su lado, las empresas mineras están desarrollando proyectos hídricos de menor envergadura para impulsar las actividades agropecuarias en las comunidades andinas.

Si la izquierda, organizada en el Congreso alrededor del Frente Amplio (FA) y Nuevo Perú (NP), insiste en observar la extensión de la Ley de Promoción Agraria, las inversiones se detendrán y no habrá mayor producción. No obstante que esta ley ha generado enormes beneficios al país, la izquierda insiste con sus discursos sesenteros —sobre “derechos laborales ganados”, estabilidad laboral y sueldos mínimos— que han conducido a la pobreza a los trabajadores peruanos.

Por su lado, el Gobierno de Martín Vizcarra también insiste observando el porcentaje de 6% de aporte de las empresas a EsSalud, aduciendo que debe ser mayor. Lo cierto es que un gran porcentaje de los trabajadores del campo no utilizan los servicios de EsSalud porque en las zonas rurales no existen centros médicos de esa institución. Por ello, las empresas han organizado centros médicos, y los trabajadores también se atienden en las postas médicas del Ministerio de Salud (Minsa) de los poblados cercanos a los campos de cultivo.

El boom de la agricultura no puede detenerse, quien intente hacerlo se opone al desarrollo de los más pobres. Según la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP), en agosto pasado, las exportaciones peruanas crecieron en 16%, acumulando un total de US$ 3,836 millones. De esta manera, se ha convertido en el segundo sector exportador peruano más importante, después de la minería.

La flexibilización del empleo en el campo —por la Ley de Promoción Agraria— ha generado una intensa actividad agrícola en la costa norte. Según el Censo de Vivienda y Población 2017 (INEI), la costa exportadora concentra el 58% de la población nacional, debido a la oferta de empleo y mejores sueldos: en Piura el promedio es de S/ 1,798 y en Lambayeque de S/1,423. Sueldos superiores a la Remuneración Mínima Vital (RMV) establecida por el Gobierno.