¡La minería es la gallina de los huevos de oro del Perú!

Los voceros de Perú Libre, en recientes declaraciones a los medios de comunicación, han señalado que se debe nacionalizar la minería en el Perú. Sin precisar en qué consiste la llamada nacionalización, proponen incrementar los impuestos a la minería, porque no contribuye con los pueblos y los pobres emplazados en las zonas de donde se extraen los recursos naturales.

En cualquier caso, son necesarias algunas aclaraciones urgentes, sobre todo considerando el papel gravitante de Perú Posible en la administración Castillo. Por ejemplo, debido al incremento de los precios de los minerales –sobre todo el cobre– las empresas mineras pagarán este año al fisco peruano más de S/ 12,000 millones por conceptos de impuestos a la renta, impuesto y gravamen especial y regalías. Este monto es una cantidad superior en 200% a los pagos desembolsados en el 2020, y en 150% a las contribuciones del 2019.

Semejante desembolso del sector privado representa uno de los mayores pagos en impuestos en toda nuestra historia republicana. Los historiadores se encargarán de poner en su lugar –tomando en cuenta la época de nuestra historia y el tamaño de la economía– este pago de impuestos del sector minero.

Sin embargo, considerando que el Perú produce 2.5 millones de toneladas métricas de cobre (TMC), ¿cuánto dinero habría recibido el fisco si se estuviese produciendo un millón más de TMC? ¿Acaso era posible producir más cobre? Si se hubiesen ejecutado las inversiones de Conga, Galeno, La Granja y Michiquillay en Cajamarca, el Perú estaría produciendo cerca de un tercio más de cobre. Es decir, 3.5 millones de TMC.

En otras palabras, estaríamos recibiendo quizá S/16,000 millones, debido al incremento de los precios de los minerales. A pesar de ello, los aliados de Perú Libre en Cajamarca han bloqueado cualquier posibilidad de materializar las inversiones en el llamado “cinturón de cobre del norte”.

Pero ¿cómo así semejante riqueza llega a las regiones y a los gobiernos locales; es decir, a las regiones en donde se extrae el mineral? El canon minero que se distribuye en los gobiernos subnacionales representa la mitad del pago del impuesto a la renta que realizan las empresas mineras. ¿Saben acaso los dirigentes de Perú Libre que en la última década se transfirieron cerca de S/ 40,000 millones a las regiones y a los gobiernos locales? ¿Por qué entonces no hay suficientes carreteras, colegios y postas médicas en las áreas mineras y las provincias? Simplemente porque los gobiernos subnacionales apenas gastan más del 50% del presupuesto de inversiones, y cuando ejecutan las inversiones lo hacen de manera deficiente.

¿De dónde, pues, sale el argumento acerca de que las empresas mineras no pagan impuestos o pagan muy poco? Nadie lo sabe. Diversos estudios señalan que la tributación minera está por encima del 42% de las utilidades, muy por encima de las de los países que compiten con el Perú en la captación de inversiones en el sector: Chile, Canadá y Australia, por ejemplo.

Otro de los argumentos de Perú Libre que llama la atención es la afirmación acerca de que el modelo neoliberal no ha posibilitado la creación de una burguesía nacional (léase empresariado nacional). ¿De dónde nace esta tesis? Hoy varios grupos empresariales del Perú están entre los primeros diez de toda América Latina. Igualmente, las inversiones en agroexportaciones, en la industria alimentaria, construcción y turismo, son netamente nacionales.

En cualquier caso, es hora de abordar el debate que empieza a plantear Perú Libre y recordar que el Perú del 2021 ya no es el país de los años ochenta.