Informalidad en el sector forestal

En la Conferencia Anual de Ejecutivos (CADE) 2017, se dijo que el 2018 sería el gran año del sector forestal. Se señaló que el Fondo Campbell invertiría US$ 300 millones, monto que podría incluso incrementarse cinco veces más. Se dijo, además, que inversionistas locales plantarían árboles por un valor de S/ 100 millones en 40,000 hectáreas, y que por cada dos hectáreas se generaría un puesto de trabajo formal. Se indicó también que el país estaría en la capacidad de exportar más madera que Chile. Veamos.

Según La Superintendencia Nacional de Aduanas y Administración Tributaria (SUNAT), las exportaciones maderables de Perú entre 2013 y 2017 tuvieron un descenso promedio de 5.4%. En 2017 se logró exportar US$ 121.1 millones, cifra que representa una reducción de 6.2% respecto al año 2016. Por su lado, Chile exporta desde hace años diferentes recursos forestales por encima de los US$ 6,000 millones. Lo terrible de la situación forestal peruana es que a pesar de ser el noveno país con más área forestal en el mundo (y segundo en Sudamérica), no ha logrado consolidar una industria capaz de, por lo menos, abastecer al mercado nacional.

Para mejorar la situación en los bosques peruanos, el Gobierno del ex presidente Pedro Pablo Kuczynski promulgó en diciembre de 2016 el D.L. Nº 1283 que modifica la Ley Forestal y de Fauna Silvestre (Ley Nº 29763) y establece la simplificación administrativa en el sector. Con la norma, las concesiones son por 40 años en territorios de hasta 40,000 hectáreas, ya no por 20 años y en territorios de 20,000 ha. Asimismo, los concesionarios de territorios considerados agrícolas, sin más trámite, pueden inscribir las plantaciones realizadas.

Sin embargo, junto a los esfuerzos legales para atraer a los inversionistas —que cuenten con suficiente capacidad técnica y financiera— es necesario solucionar los derechos de propiedad ausentes en los bosques amazónicos. Y también resolver el atraso de la infraestructura relacionada con la conectividad, energía, salud, educación, seguridad y justicia en los territorios forestales.

Según la SUNAT, el sector forestal presenta tasas de informalidad entre el 73% y 91%. La tala, el transporte y los centros de transformación primaria y secundaria son actividades productivas que no están supervisadas por las autoridades ni pagan los impuestos correspondientes. Un reporte del Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre (Osinfor), alertó sobre la extracción ilegal de más de ¡60 millones de pies cúbicos tablares de madera!, cantidad que representa unos S/ 108 millones. En la práctica los taladores ilegales y los contrabandistas se han apoderado de los bosques peruanos con total impunidad.

Según el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), Perú cuenta con 68.73 millones de hectáreas de bosques. Entre el 2016 y marzo 2017, Minagri ha registrado en todo el país 7,221 hectáreas de nuevas áreas forestadas, siendo el acumulado de 1.06 millones de hectáreas. En el mismo periodo, se otorgaron 59 concesiones solo en Loreto, y un total de 238 permisos o autorizaciones forestales maderables a distintas comunidades nativas y campesinas y predios privados. En total, a la fecha, existe un aproximado de 2,418 concesiones forestales, de las cuales solamente 1,750 se encontrarían vigentes. El resto de las concesiones han sido abandonadas o están con procesos administrativos.  

Tal como se aprecia, sin derechos de propiedad y sin conectividad, será imposible sostener una política forestal y combatir la tala ilegal.