Estado de derecho, autoridad, y formalización en la minería

En diciembre de este año vence el plazo para formalizarse de los mineros inscritos en el Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo) del Ministerio de Energía y Minas (Minem), y una de las conclusiones evidentes es que el proceso de formalización minera ha fracasado de principio a fin. Y el fracaso de la formalización no solo tiene que ver con la imposibilidad de formalizar a los mineros artesanales, sino con el desborde de la minería ilegal que amenaza a la minería moderna que paga impuestos, preserva el medio ambiente y genera empleo formal.

Sobre el fracaso de la formalización minera se desborda la minería ilegal que en algunas zonas –como la provincia de Pataz en La Libertad–, se alía con el crimen organizado y ataca las concesiones formales de la minería moderna. En ese sentido, ampliar el plazo de los procesos de formalización ante el Reinfo significaría aceptar el estado de cosas que está causando el avance destructivo de la minería ilegal en el país.

En el Perú han surgido algunas zonas en las que, abiertamente, se ha desarrollado una minería ilegal que amenaza a la minería moderna. En Pataz, por ejemplo, el 2023 se registraron 9,309 volquetes con cargas de más de 30 toneladas, pero hasta julio del 2024 ya se registraban 6,117 camiones con mineral ilegal de las concesiones formales de las empresas Poderosa, Marsa y Horizonte. En el corredor minero del sur, igualmente, se registran entre 100 y 150 volquetes diarios que transportan mineral ilegal de las concesiones formales de las empresas que producen cerca del 40% del cobre nacional.

¿Qué sucedería en el Perú si continúa esta situación? La minería moderna tendría fecha de expiración, porque si el Estado de derecho no es capaz de hacer respetar las concesiones otorgadas a compañías que invierten miles de millones de dólares será imposible desarrollar una minería moderna que preserve el medio ambiente y que pague todos los impuestos. De allí la urgencia, la necesidad de no ampliar los plazos del Reinfo.

¿Cuál debería ser el primer efecto de la decisión de no ampliar los plazos del Reinfo? Que el Estado de derecho retire todas las invasiones de mineros ilegales en las concesiones de la minería moderna. De lo contrario, el Perú se convertirá en un Lejano Oeste de miles de pequeños mineros que destruyen el medio ambiente, no pagan impuestos y contratan a pistoleros.

Planteada las cosas así alrededor de la recuperación del principio de autoridad, vale señalar que es necesario desarrollar una nueva estrategia de formalización de la pequeña minería. ¿A qué nos referimos? La causa principal del fracaso de la formalización minera tiene que ver con que los gobiernos regionales son los encargados de este proceso. Las regiones no han tenido la capacidad de aprobar el Instrumento de Gestión Ambiental y Fiscalización para la Formalización de la Pequeña Minería (IGAFOM) que presentaban las unidades de pequeña minería. 

En ese sentido, es necesario crear una autoridad nacional de formalización minera que dependa directamente del Ejecutivo y se encargue del proceso formalizador. El Ejecutivo y el Congreso tienen la palabra al respecto.

Se calcula que existen 5,000 unidades de pequeña minería que pueden presentar y financiar los IGAFOM, una de las condiciones básicas de la actividad minera formal en pequeña escala. Alrededor de estas 5,000 operaciones se mueven los cerca de 400,000 trabajadores artesanales que suelen vender su producción a las unidades de pequeña minería.

Vale señalar que la minería moderna, sobre todo por la necesidad de convocar capital y tecnología en gran escala, se desarrolla en base a la gran minería, que está en condiciones de aplicar los mayores estándares para la preservación del medio ambiente e incrementar la productividad de los yacimientos hasta los máximos niveles para beneficios fiscales de los países. Enseguida está la mediana minería y luego viene el aporte de la pequeña minería. 

De allí la necesidad de discutir el proyecto minero del Perú y su relación con el desarrollo, sin caer en las demagogias de las izquierdas y los populismos latinoamericanos.