El pasado 21 de octubre, el abogado y escritor Gary Marroquín M...
Las propuestas de ambos partidos sobre educación y cultura
Ante la cercanía de la votación que decidirá finalmente quién presidirá nuestro país y estará a cargo del Poder Ejecutivo en los próximos cinco años, hemos revisado los planes de gobierno de los partidos en disputa (Peruanos por el Kambio y de Fuerza Popular) para saber cuáles son sus propuestas en lo que respecta a la educación y cultura. No encontramos grandes sorpresas, pero sí algunos detalles interesantes que compartimos a continuación.
Peruanos por el Kambio
El Plan de Gobierno de PPK está dividido en cuatro grupos de “Propuestas para un país…” con mayor bienestar social, más próspero, con mejor seguridad y mejor gobernado. Dentro de las primeras (bienestar social) hay una docena de rubros, y entre ellos dos dedicados a nuestro tema: “Educación pública de calidad” y “Cultura viva”. En el primero se establecen, entre otros objetivos para el 2021, que el Perú se ubique en el puesto 40 del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes, el famoso PISA (actualmente somos el puesto 66); que todas las regiones del país cuenten con un Colegio Tecnológico de Alto Rendimiento; la reducción de la tasa de deserción escolar en secundaria a 4% (actualmente es de 14%); y un incremento de 50% en el número de profesores de educación especial, entre otros. Y entre las acciones específicas que anuncian son el relanzamiento de la educación rural y la educación intercultural bilingüe, la renovación de infraestructura y mobiliario de los colegios estatales y la regionalización de la oferta de educación técnica.
En lo que respecta a la “cultura viva”, se proponen las siguientes metas: promulgar una nueva Ley General del Patrimonio Cultural, concluir el primer semestre de 2017 el Catastro Nacional del Patrimonio Arqueológico y los inventarios nacionales de los bienes culturales monumentales y muebles, y la creación del Programa Nacional Qillqarimay Perú (Perú Ponte a Leer), entre otras. Para la ley, que reemplazaría a la existente, deberán trabajar en forma conjunta el Ministerio de Cultura, el Congreso, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo y el sector privado; este último contribuirá con el 35% del gasto ejecutado para la puesta en valor y aprovechamiento turístico de los sitios arqueológicos. En el caso del programa Qillqarimay Perú se contará con la participación del Ministerio de Cultura, Ministerio de Educación, la Cámara Peruana del Libro y las empresas editoriales. La meta es que al 2021, el 65% de la población tenga el hábito de la lectura.
Fuerza Popular
El plan de FP está dividido en seis “pilares” fundamentales. El segundo de estos pilares es “Oportunidades y acceso a los servicios”, que a su vez está subdividido en cuatro categorías, la primera de ellas dedicada a educación y cultura. Entre las propuestas destacan las de expandir la educación tecnológica (para responder a las demandas de empleo), mejorar la infraestructura digital de las escuelas, incluir en el currículo escolar contenidos relacionados con los valores fundamentales, y mejorar los acuerdos gubernamentales suscritos entre el Ministerio de Educación y los gobiernos regionales. Hay además proyectos adicionales, como la creación del Servicio Nacional de Aprendizajes, una organización encargada de ofrecer alternativas de certificación y profesionalización de los peruanos entre 15 y 39 años de edad que no hayan concluido la educación básica regular. Y también el Instituto Nacional de Medición de la Calidad Educativa, un ente adscrito al Ministerio de Educación, que se encargaría de la evaluación de los resultados en la mejora del aprendizaje y la implementación de convenios de apoyo a los gobiernos regionales y escuelas.
En cuanto a la promoción de la cultura, se propone descentralizar las funciones y procesos del Ministerio de Cultura; integrar la cultura a la vida social, política y económica nacional; promover la investigación científica (conjuntamente con la academia y el sector privado); promover la dinamización y modernización del patrimonio cultural; y convertir a la cultura en un instrumento de desarrollo económico, oportunidades empresariales y trabajo digno. En el campo de la diversidad cultural, se proyecta establecer políticas públicas transversales para evaluar y resolver conflictos culturales, en el marco del respeto a los diferentes grupos étnicos y naciones que conforman nuestro país. Y también el diseño de políticas públicas consensuadas que valoren y observen las costumbres de los grupos vulnerables.
Esas son algunas de las más interesantes propuestas, en el ámbito cultural, de los dos partidos que continúan en la carrera electoral. Pero recordemos que no se trata solo de las propuestas, también hay que reflexionar si resulta posible implementarlas o no pasan de ser simples promesas electorales. Esperemos que cualquiera que sea el ganador el 5 de junio, cumpla cabalmente con lo prometido.
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