Los mandamientos del Gobierno de PPK

Para priorizar racionalmente las decisiones en el Ejecutivo

Tomando en cuenta la decisión de ayer de la Comisión de Constitución del Congreso, y más allá de los detalles en los plazos y alguno que otro ajuste específico, todo indica que hoy el Pleno del Congreso debe estar entregándole las facultades legislativas al Ejecutivo, con lo cual, la pelota pasa a Palacio y a los ministerios. Y los factores claves de esta demostración de buen ejercicio político (con “P” mayúscula) del oficialismo y el fujimorismo son el sentido de la oportunidad y las priorización de la toma de decisiones por parte del Ejecutivo.

Más allá del abultado paquete de normas que se avecina, hay decisiones que se caen de maduras por su urgencia y necesidad. Por ejemplo, hay sectores que ya deberían haber sido declarados en emergencia: seguridad ciudadana y salud, por citar solo dos. Pongo otro caso: si, como está comprobándose, los derrames en buena parte del trayecto del oleoducto de Petroperú son producto de atentados y sabotajes de sectores de la población —que tienen el incentivo de ser contratados para las obras de reparación—, el Ejército debería ser desplazado a las zonas vulnerables con el apoyo del Ministerio Público. Además se debería hacer más severas las penas para casos futuros.

En el ámbito de la inversión privada (crucial para la recuperación del crecimiento), independientemente de las medidas tributarias promotoras o incentivadoras, el MEF debería publicar una extensa relación de trámites o requisitos para la inversión que quedan automáticamente eliminados. Así de simple. Con los eufemismos del “destrabe” y de la “desburocratización” estamos en punto muerto hace no menos de tres años y medio. Tiempo perdido que, en muy buena cuenta, ha originado este enfriamiento del que no terminamos de salir, pese a la mejora de las expectativas empresariales.

En este extremo, comparto plenamente la opinión del economista Roberto Abusada, quien considera que, en efecto, el proceso de desatar nudos y agilizar procesos ayuda poco frente a la crítica situación de la inversión privada en el país. Sobre todo en lo que respecta a industrias extractivas e infraestructura (o sea, las grandes inversiones). Es mucho más realista y eficiente eliminar una enorme cantidad de regulaciones y condiciones, y volver a construir más acordes con nuestra real situación de precariedad, antes que intentar mantener las evidentes camisas de fuerza que entorpecen el despegue del crecimiento y del empleo.

Con respecto a la tomas de decisiones del gobierno, un elemento fundamental debería ser la prioridad. Reitero, hay cosas que se caen de maduras; pero hay otras —por ejemplo, insistir en mantener la sede de Lima para los Juegos Panamericanos 2019—que terminan siendo un despropósito absoluto, por la cantidad de recursos y tiempo que demandan. Recursos y tiempo que podrían ser mejor utilizados con otros propósitos.

El Estado peruano no ha terminado de resolver el tema de la segunda pista del aeropuerto Jorge Chávez y aún discute el diseño de la Línea 2 del Metro. A pesar de ello, ¿piensa llegar al 2019 con un conjunto de obras, ya no solo viales sino de infraestructura deportiva, realizadas en un tiempo récord? Honestamente, deberíamos tener la responsabilidad como país de declinar ser la sede de esos Juegos Panamericanos hoy mismo, antes de pasar por un papelón internacional.

El presidente Kuczynski hizo una lista de siete mandamientos para sus ministros. Pienso que, al menos en el primer año de su gestión, debería considerar los siguientes mandamientos para el Poder Ejecutivo como colectivo: 1) Ten sentido de la oportunidad, 2) Actúa sobre lo urgente, 3) Decide sobre lo importante y 4) Condúcete de manera responsable.

Mario Saldaña C.

@msaldanac