Entre el agresor y el agredido

“Cuando llegue la paz, tal vez con el tiempo podamos perdonar a los árabes por matar a nuestros hijos, pero nos resultará más difícil perdonarlos por habernos obligado a matar a sus hijos”. Golda Meir

No hay palabras para describir tanta inhumanidad. Tal vez los animales nos sirvan de ejemplo para comparar qué tanto odio pueda albergar el ser humano. Soy padre y abuelo, y tampoco encuentro las palabras adecuadas para explicar el inmenso amor que puedo sentir por mis nietos y nietas. ¿Cómo soportar las imágenes de niños encerrados en jaulas de animales? Son los niños la enorme reserva de asombro, inocencia y espontaneidad que la edad nos hace perder. No existe mayor ternura que su fragilidad y dependencia que los hace vulnerables ante el peligro. ¿Puede haber alguna reivindicación social o política que justifique un ejército de Herodes que cuchillo en mano asesina niños o bebés ?

¿Acaso el Holocausto no es una pesadilla de la que aún no despertamos? Fábricas de matar cuyo único propósito fue el exterminio total de una sociedad. El nazismo obligaba a las madres a escoger a cuál de los hijos mataban. Y si esta decisión era imposible de tomar por ellas, el castigo era matarlos a todos.

¿Cómo puede haber un diálogo con quien tiene como objetivo la destrucción de un Estado? ¿Cómo se puede negociar territorios, fronteras o concesiones con quien no reconoce el derecho a existir? El 14 de mayo de 1948 se creó el estado de Israel, y al día siguiente, el 15 de mayo, fuerzas militares de Palestina, Irak, Transjordania, Líbano, Egipto y Siria intervienen y atacan a Israel. Luego, en 1967, en un nuevo intento de destruir a Israel, lo volvieron a atacar Egipto, Jordania y Siria. El resultado fue la ocupación de los territorios palestinos de Cisjordania, el este de Jerusalén y Gaza; también los altos del Golán (Siria) y la península del Sinaí (Egipto). ¿Acaso resulta descabellado que Israel desplace al enemigo lo más lejos posible de sus fronteras? ¿Quién defendió al pueblo judio durante el Holocausto? ¿Acaso la Iglesia católica no miro de costado? Israel sabe que su subsistencia depende solo y exclusivamente de ellos mismos.

Preparémonos una vez más a ver cómo se tergiversan los acontecimientos. Pronto los titulares olvidarán quién fue el agresor y quién el agredido; quién el asesino y quién la víctima. Pero la historia se volverá a repetir; la prensa progresista, incluyendo a la influyente CNN y a la BBC, abundará en relatos y filmaciones sobre el bombardeo a Gaza y sus muertes colaterales. Olvidarán que gran parte de los palestinos (árabes e israelitas) toleraron el radicalismo de Hamás, permitieron la construcción de cientos de túneles y el lanzamiento de miles de misiles contra la población civil. Entonces la barbaridad de lo acontecido será equilibrada por la defensa que hace Israel de su territorio y veremos decenas de edificios destruidos pero ocultarán los rostros de los niños, bebés, mujeres y ancianos usados como escudos humanos. ¿Puede haber mayor cobardía?

Tengo muy buenos amigos árabes, he trabajado muchos años en el sector textil con una amplia colonia de palestinos. A ellos, todo mi respeto por labrarse un futuro lejos de su patria y haber apostado su futuro en nuestro Perú. Pero igual que en nuestra lucha contra el terror de Sendero Luminoso no podemos confundir el radicalismo con la tolerancia, a los palestinos que buscan el reconocimiento de un territorio con los que buscan la aniquilación del Estado de Israel. Y de ninguna manera podemos equiparar a los agresores terroristas con quienes se defienden de ellos, tal como hizo la Comisión de la Verdad y Reconciliación al igualar al senderismo asesino con nuestras gloriosas fuerzas armadas, que nos defendieron y salvaron a la patria del totalitarismo senderista. La guerra en la actualidad se libra con pólvora pero también con propagandas.