El plagio presidencial

Lamentablemente para el Perú, todas las semanas el desgobierno de Pedro Castillo y Vladimir Cerrón nos entrega una razón más para demostrar que Perú Libre está incapacitado –en todo el término de la palabra– para gobernar el Perú por un lustro. Ahora, la cereza en el pastel es el plagio de la tesis de la maestría de Pedro Castillo; es decir, profesionalmente hablando Castillo es un fiasco ya que para el mundo académico un plagio es un gran horror que jamás debe ser pasado por agua tibia. Por dicha razón, este comprobado plagio es una razón más para que proceda la vacancia presidencial contra Castillo porque –en caso de que algún peruano lo desconozca– el plagio no es solo un horror académico, también tiene una sanción legal en el ordenamiento jurídico peruano (falsedad genérica). Indudablemente, Castillo vuelve a dar vergüenza ajena a la mayoría silenciosa del Perú. 

Lo también cierto del plagio es que mayormente es pasado por agua tibia porque existe una “cultura” que alaba al “criollo” o “más vivo” en menoscabo de quien es una persona correcta. Por eso, es válido recordar que en los colegios casi siempre se aplaude al “criollo” que plagia y no al honesto alumno que es estudioso. Esta absurda mentalidad debe ser superada porque el estudio siempre será el mejor camino para la superación de cada ser humano.

Volviendo con Castillo, creo firmemente que este desgobierno conscientemente ha logrado que los ciudadanos “normalicen” tanta corrupción que sale como el pus de un cuerpo enfermo. Por dicha razón, la Nación no manifiesta su repudio ante el plagio de la tesis de Castillo además el plagio –en sí mismo– es una pésima actitud normalizada por muchas personas desde que estudian en el colegio. ¡Qué terrible es ver a la mediocridad campante e impune! 

Como catedrático de una universidad pública, considero que el plagio de la tesis de la maestría de Pedro Castillo no debe pasar por agua tibia. La Universidad César Vallejo le debe quitar el grado académico de Maestro, adicionalmente a que este horror académico es un argumento más para la vacancia presidencial. Si el señor Castillo tuviera dignidad (cosa que no creo que tenga), ya habría renunciado a la Presidencia de la República, como hizo el ex presidente húngaro Schmitt cuando se comprobó el plagio en su tesis doctoral.

P.D.: Si el plagiador hubiera sido un aprista, fujimorista, derechista y un largo etcétera que no represente al socialcomunismo, estoy seguro de que los poderes fácticos estarían demoliendo mediáticamente a dicho político.