El Parque Cánepa

En estos días hemos asistido al fin del contrato de concesión entre la empresa Listos (concesionaria del sótano del Parque Cánepa) y la Municipalidad de La Victoria. Un contrato que permitió el florecimiento de un centro comercial ícono de Gamarra. El éxito logrado a través de los años es producto de empresarios líderes y de una eficiente administración. Ahora la municipalidad afronta el enorme reto de mantener el liderazgo de este importante centro comercial.

Recordemos que la actual gestión ha heredado la administración de tres mercados de su propiedad: el Mercado de Frutas, el 12 de Octubre y el Mercado Manco Cápac. Estos mercados generan ingresos mínimos o no generan nada, como en el caso del Mercado de Frutas. La pretensión de los empresarios que compraron la empresa Listos y solicitaron ampliar el plazo de concesión requería la voluntad del municipio, cosa que no ocurrió. Pretender judicializar la posesión dio origen a una defensa férrea de parte de la autoridad que finalmente recuperó su propiedad. 

Las concesiones son mecanismos prácticos para desarrollar infraestructura pública con capital privado. No se venden los activos, estos siempre pertenecen al concedente y revierten al Estado cuando se cumple el plazo concedido. Cuando Gamarra recupera sus calles en febrero de 1999 bajo la administración de Jorge Bonifaz, y emite la Ordenanza 035 que vuelve peatonal sus 34 manzanas, lo hace con una visión corporativa, convirtiendo el caos desordenado en un centro comercial.

Era un momento en que proliferaban los centros comerciales privados en todo el Perú. Estos ofrecían servicios y entretenimiento a un nuevo consumidor aspiracional. Sin embargo Gamarra no fue diseñado, creció espontáneamente y sus más de 20,000 tiendas y 8,000 talleres carecían de servicios elementales como estacionamientos, baños, un patio de comidas o un centro financiero. Concluye Bonifaz la recuperación de Gamarra construyendo vía concesión un moderno patio de comidas. Luego la administración de Sánchez Ayzcorbe concesionó la construcción de baños públicos y de áreas para estacionamientos (esta última concesión fue frustrada). 

Me preocupan las futuras administraciones municipales.¿Estarán capacitados para manejar 400 contratos de alquiler? ¿Podrán mantener una mínima morosidad como la histórica; invertirán los recursos necesarios para un manteniendo de excelencia? ¿No derivarán los recursos a otras urgencias? También me preocupan las cifras de ingresos que mencionan sus autoridades; no corresponden a las utilidades declaradas, faltan deducir los gastos y mantenimiento 

Finalmente el nuevo “gerente” del Parque Canepa es la Municipalidad de La Victoria, una corporación vieja, burocrática, e ineficiente que acumula no solo una deuda impagable sino que consume todos sus ingresos en gasto corriente. Siempre nos quejamos de que un distrito que genera más de US$ 1,000 millones anuales de impuestos recibe la menor cuota de Foncomun de los 43 distritos de Lima. El alcalde busca urgentemente recursos para su distrito, los busca tratando de mejorar sus ingresos, o disminuyendo sus gastos, pero lo hace sin contar con un marco legal que le permita una reestructuración patrimonial como la que cuenta el sector privado a través de Indecopi.

Los victorianos venimos reclamando al gobierno central que asuma el costo que genera la riqueza que produce el distrito sin ningún resultado hasta ahora. Es de justicia que se resuelva el desequilibrio económico financiero entre el Estado y un distrito eminentemente comercial.