Educación intercultural y migración global

La migración es un fenómeno global de desplazamiento humano que ha existido desde la prehistoria, impulsado por diversas razones y ambiciones personales. En el siglo XXI, este fenómeno se ha intensificado debido a la globalización. En este inevitable proceso social, la educación intercultural desempeña un papel clave para promover una auténtica globalización. Los migrantes, al buscar mejorar sus vidas, también enriquecen a las sociedades que los reciben, como lo demuestra el caso de Estados Unidos, un país que, desde su fundación, ha sido construido por migrantes.

La migración contribuye al mestizaje, que puede considerarse un destino natural de la humanidad; sin embargo, se torna dolorosa cuando ocurre de manera forzada en la búsqueda de mejores condiciones de vida. Las principales causas de estos desplazamientos son la pobreza, la inseguridad ciudadana, los conflictos políticos, las guerras y, más recientemente, el cambio climático. Un ejemplo significativo es la crisis política en Venezuela, que ha obligado a casi ocho millones de personas a abandonar su país. Perú, por su parte, ha acogido a cerca de un millón y medio de migrantes venezolanos que ahora conviven en su territorio en busca de una vida mejor.

Reconociendo la importancia de la migración en nuestra historia como especie nómada, la Organización de las Naciones Unidas celebra cada 18 de diciembre el Día Internacional del Migrante, establecido en el año 2000. En 2024, el enfoque de esta conmemoración es “Celebrar las contribuciones y oportunidades de la migración”. Este organismo impulsa una migración digna, promoviendo el intercambio y la cooperación entre naciones. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), aproximadamente 281 millones de personas en el mundo son migrantes.

Para gestionar este proceso de manera adecuada, el Pacto Mundial para una Migración Segura y la OIM trabajan en la regulación de la migración internacional y la defensa de los derechos de los migrantes. Al respecto, Amy Pope, directora general de la OIM, subraya que la migración es esencial para la prosperidad económica. Además, hace un llamado a invertir en programas de capacitación y en políticas de integración que resulten seguras y beneficiosas para todos.

El fortalecimiento de la migración también requiere implementar una educación intercultural a nivel global en las escuelas. Esta práctica facilita la integración de los migrantes en las sociedades receptoras, promoviendo la tolerancia, el respeto y el aprendizaje mutuo. Además, fomenta el intercambio cultural, permitiendo a los ciudadanos convivir de manera armónica y valorar las diferencias que enriquecen la construcción de una sociedad más inclusiva y cohesionada.

La educación intercultural no solo dignifica a los migrantes, sino que también favorece una convivencia que impulsa el progreso compartido, independientemente del lugar de origen. Al final, nuestra casa es el planeta que todos compartimos.