Quellaveco avanza y supera cualquier contratiempo

El proyecto minero Quellaveco, ubicado en la región Moquegua y uno de los más promisorios para el Perú, ha iniciado sus operaciones exitosamente. A finales del mes pasado hizo su primer envío al extranjero: 34,500 toneladas métricas de cobre fino, con destino de China y Japón. Y ya está listo el segundo envío. Semejante éxito permite mantener esperanzas sobre la minería moderna en el Perú y también favorece a Moquegua. La empresa concesionaria, Anglo American, destinará S/ 650 millones (monto equivalente al 20% de la regalía minera que le corresponde pagar), para proyectos de responsabilidad social en esta región. Así lo ha asegurado el gerente de Desempeño Social de Anglo American, Fernando Montero, durante su presentación en la reciente convención minera PERUMIN 35. 

El proyecto minero Quellaveco está llamado a convertirse, dentro de muy poco tiempo, en uno de los más importantes para la economía peruana. El yacimiento cuenta con una reserva de 1,100 millones de toneladas de mineral, lo que lo convierte en uno de los cinco yacimientos de cobre más grandes del mundo. Durante la etapa de construcción de la mina, que se inició en agosto de 2018, generó alrededor de 13,000 empleos para personas de la región Moquegua, y contó con la colaboración de más de mil proveedores locales. Vale indicar que las proyecciones de producción anual de la mina llegan a las 330,000 Toneladas Métricas de Cobre (TMC).

Desde el inicio del proyecto, Anglo American ha dado claras muestras de su preocupación por establecer las mejores relaciones con el entorno social y con la ecología, en su zona de influencia y con toda la región de Moquegua. En la mencionada etapa de construcción del proyecto, la compañía invirtió S/ 350 millones en diversas iniciativas sociales: la línea de impulsión y sistema de almacenamiento Chilota Chincune, la represa Asana (con capacidad de 2.5 millones de metros cúbicos de agua) y la represa de Vizcachas, así como programas destinados a la capacitación de trabajadores y proveedores locales. Para ello creó el Fondo de Desarrollo de Moquegua, asociación sin fines de lucro compuesta por las entidades representativas de la sociedad civil de la región, que serán los beneficiarios de los gastos de responsabilidad social y cuidarán el buen uso de estos fondos.

“Los fondos son administrados por un fideicomiso constituido por nuestra empresa. En tanto, los proyectos deberán seguir criterios de sostenibilidad, inclusión social, empoderamiento, respeto por el medioambiente y enfoque en los medios de vida sostenible concordantes con las políticas de responsabilidad social corporativa para su realización”, explicó Montero. Pero este Fondo de Desarrollo de Moquegua es solo uno de los 26 compromisos suscritos entre Anglo American y 40 actores involucrados en el desarrollo regional, cuyos avances son supervisados por el Comité de Monitoreo de Quellaveco, integrado por representantes del Gobierno Regional de Moquegua, la Presidencia del Consejo de Ministros, el Ministerio de Energía y Minas y las municipalidades provinciales y distritales involucradas. 

Este Comité de Monitoreo de Quellaveco ha venido trabajando en tres grupos: el primero hace el seguimiento de los acuerdos referentes al empleo local, el segundo se ocupa de la proveeduría local, y el tercero monitorea el cumplimiento de los compromisos ambientales. Ahora, en la etapa de operación, se está creando un cuarto grupo, que se ocupe del monitoreo del desarrollo territorial, que trabajará en una “hoja de ruta” para el destino de los recursos económicos que la mina aporte a la región por canon y regalías.

El avance de Quellaveco sobre las trabas que pretendieron poner los sectores antimineros (se cuestionaron los permisos de agua) permite seguir bregando por mantener al Perú como segundo productor mundial de cobre, el metal del siglo XXI, de las energías renovables y de la electrificación de los procesos productivos, Todas las proyecciones indican que la demanda mundial de cobre se intensificará en los próximos años. El Perú, pues, podría ser un país bendecido por este mineral, porque tiene la tercera mayor reserva del metal rojo en el mundo.