¡Mayoría del país debe defender Las Bambas!

Una de las preguntas que emerge con la crisis en el corredor vial del sur –donde se emplazan las minas que producen más del 50% del cobre nacional– que explica más de 400 días de paralizaciones en las operaciones de MMG-Las Bambas, es por qué las mayorías nacionales permanecen pasivas frente a la acción de minorías radicalizadas en contra de la mina de cobre más grande del Perú.

La pregunta se amplifica cuando reparamos en que el cobre alcanza precios altos históricos (más de US$ 4.80 la libra); y sobre todo, cuando analizamos los hallazgos del informe “ Impacto económico y social de Las Bambas”, elaborado por Macroconsult. Según este documento, Las Bambas representa el 1% del PBI nacional, el 9% del PBI minero y el 75% del PBI de la región Apurímac. Paralizar una mina de esta magnitud, entonces, es un acto de traición a la patria.

Sin embargo, el mismo informe registra cifras sorprendentes a favor de los pobres de la señalada región andina. Por ejemplo, antes de que la mina MMG,-Las Bambas entrara en operaciones la pobreza en los 84 distritos de la región sobrepasaba el 60% de la población. Hoy con la mina en ejecución este flagelo se ha reducido por debajo del 40% de los apurimeños. 

Asimismo, Las Bambas genera más de 8,000 empleos directos y 75,000 indirectos a nivel nacional. Igualmente, con respecto al empleo local generado (área de influencia directa) el 77% corresponde a la provincia de Cotabambas; y dentro de la provincia, el 58% corresponde al distrito de Challhuahuacho. Planteada las cosas así, es evidente que Las Bambas es el principal motor antipobreza en toda la historia de Apurímac.

Lo más grave de todo es que la amenaza a las operaciones de Las Bambas proviene de minorías radicalizadas en la provincia de Chumbivilcas –en el Cusco, una zona ubicada a 200 kilómetros de la operación minera– que reclaman un tratamiento de zona de influencia directa y exigen contratos de servicio a la empresa. ¿Cómo una zona de influencia directa va a estar a centenas de kilómetros de una operación minera? Por otro lado, ¿por qué el Estado permite que minorías violentistas bloqueen el paso de los camiones que transportan el mineral al puerto de Ilo? ¿Hasta cuándo el Ejecutivo va a renunciar a restablecer el orden y a aplicar la Constitución y la ley? Y si sigue teniendo dudas al respecto, el informe de Macroconsult señala que en Las Bambas se han invertido alrededor de US$ 10,300 millones, una inversión superior a la destinada para la Línea 2 del Metro.

Otro aspecto muy importante es el fortalecimiento del gobierno regional, los gobiernos locales y las universidades con respecto a los aportes de MMG-Las Bambas. Ya se conoce que la megamina paga el 32% por impuesto a la renta. Sin embargo, por regalías –un acuerdo voluntario de la empresa, entre las partes– Las Bambas abona el 3% de las ventas. Entre los años 2016-2020, la megamina de cobre ha pagado S/ 1,115 millones por regalías contractuales a los gobiernos regional, locales y a dos universidades públicas. Es decir, Las Bambas también tiene una enorme fuerza descentralizadora.

Bloquear la producción de MMG-Las Bambas, pues, es un acto antipatriótico, en contra de los pobres del país y de Apurímac, y que debilita en extremo al gobierno regional y a los municipios. ¡A defender, entonces, a Las Bambas!