Junín: la clase media agroexportadora

Libre mercado de tierras reduce pobreza

En las últimas dos décadas, una nueva clase media se ha consolidado en Junín, alrededor de la agroexportación. Así como en las regiones norteñas (La Libertad, Lambayeque, Piura), la inversión de las empresas agroindustriales ha posibilitado que los trabajadores del campo de Junín abandonen la pobreza. La agroexportación de la maca, la alcachofa y la palta, por ejemplo, han generado oleadas de prosperidad y bienestar en esa región.

En el Valle del río Mantaro esos cultivos se han convertido en la punta de lanza de una nueva cartera de productos más competitivos que los productos tradicionales como la papa o el maíz amarillo. Según cifras de la Asociación Perú Cámaras, hoy en Junín se produce el 66% de la maca y el 57% de la alcachofa que se exporta hacia China, Estados Unidos y Europa.

Por ejemplo, en provincias como Concepción y Hualhuas, los agricultores han cambiado radicalmente el tradicional sembrío de papas por alcachofas, con resultados extraordinarios. Por cada hectárea producida de papa los campesinos ganaban en promedio S/. 300 en tanto que por hectárea de alcachofa los ingresos llegan hasta lo S/. 8,000. Es decir, 27 veces más. El jornal en el campo también se ha incrementado considerablemente. Mientras en el 2000 se pagaba S/. 15 por jornal hoy llega a S/. 40. Ahora un trabajador del Valle del río Mantaro puede ganar mucho más que el sueldo mínimo que se paga en las ciudades.

El boom de la alcachofa ha permitido la instalación de modernas plantas procesadoras (AgroMantaro, Lopesa Industriales) que generan empleo con plenos derechos sociales y laborales y operan bajo altos estándares de calidad.  ¿Cómo explicar el boom agroexportador?

La Constitución de 1993 liberalizó el mercado de tierras y, en el 2000, se promulgó el Régimen de Promoción del Sector Agrario (Ley 27360), que declara de interés prioritario la inversión en el campo. Sin esa normatividad no habría explicación plausible para las oleadas de prosperidad agrarias. No obstante, vale subrayar que la región Junín posee climas y ecosistemas que representan una gran ventaja para la producción y exportación de productos con gran  demanda en el mercado mundial.

Semejantes hechos nos permiten afirmar que la agroexportación ha permitido la emergencia de una nueva clase media. Al respecto, el Banco Central de Reserva (BCR) revela en un informe que la pobreza en Junín se redujo de 61% de la población en el 2005 a solo 23% en el 2012, impulsado fundamentalmente por el crecimiento y la expansión de la economía agrícola y el comercio. El dinamismo económico ha permitido que grandes centros comerciales y retails se instalen en la capital de la región.

Como se aprecia con absoluta claridad, la reducción de la pobreza en el Valle del río Mantaro y la emergencia de una clase media agraria no pueden concebirse al margen de la economía de mercado, el mercado libre de tierras y las leyes promocionales a favor de la inversión privada.