¡Fracaso estatal en el corredor minero!

Desde este portal sostenemos que, a nuestro entender, la principal causa de la conflictividad social alrededor de la minería moderna en el Perú es el Estado que, a pesar de los inmensos recursos y presupuestos provenientes de la tributación minera, no invierte en obras o proyectos que cierren las brechas sociales.

En ese sentido, la última actualización del portal Consulta Amigable –del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF)– sobre el nivel de la ejecución del gasto público durante todo el 2021 de las diversas municipalidades, entre ellas las “municipalidades mineras”, corrobora que que la primera causa de los conflictos sociales es el fracaso del Estado.

En el denominado “corredor minero del sur” –hoy en el ojo de la tormenta debido a los conflictos y bloqueos–, que agrupa, entre otras, a las municipalidades distritales de la provincia de Chumbivilcas, el gasto público es absolutamente bajo, sobre todo en obras que beneficien a la población. Así, por ejemplo, la Municipalidad Provincial de Chumbivilcas solo reporta un gasto de 52% de los más de S/ 62 millones proyectos de inversión (obras). Otra de las municipalidades “mineras”, Capacmarca, solo ha gastado 33% de su casi S/ 30 millones de presupuesto.

Livitaca, la municipalidad que tiene el presupuesto más alto para proyectos de inversión (S/ 74 millones) solo ha gastado el 65%; y Colquemarca, cuyo presupuesto asciende a S/ 47 millones, apenas gasta el 55%. Un detalle importante: casi el 50% del presupuesto de todas las municipalidades señaladas provienen de la minería moderna y la tributación. Y no solo se trata del fracaso en Chumbivilcas. En la provincia de Cotabambas, en donde se emplaza Las Bambas, los números son similares. La provincia apenas llega a gastar el 66% de inversión de su presupuesto.

¿Qué significan estos números? Que el Estado fracasa en todas las líneas. Es en ese mundo de la ineficiencia estatal donde se generan los conflictos sociales. Y en ese mundo del fracaso estatal algunos dirigentes, organizaciones antimineras y brokers expertos en generar conflictos artificiales (para “llevar agua para su molino”) desarrollan estrategias para bloquear las inversiones y operaciones mineras. Una situación que se vuelve más dramática en precisos momentos en que los precios de los minerales alcanzan récords históricos. Los economistas señalan que si el Perú concretara su cartera de inversiones mineras podría crecer –en cualquier situación– por encima del 6% y reducir la pobreza por debajo del 15% de la población en muy pocos años.

No obstante, desde la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) se esconden estas cifras. Durante las rondas de conversaciones entre funcionarios de la PCM con las autoridades y los dirigentes, se oculta el fracaso estatal en la ejecución de inversión pública.

En este mundo del fracaso es imposible que se asignen mayores recursos, como exigen las actuales autoridades. El Estado debe realizar una reforma profunda a la metodología de asignación de recursos y presupuestos a las comunas del corredor minero. De lo contrario, se seguirá persistiendo en los errores y los conflictos no acabarán jamás.