¡Empresarios todavía no vuelven al Consejo de Trabajo del MTPE!

Los representantes del empresariado nacional se han retirado del Consejo Nacional de Trabajo –del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE)– y, al parecer, la oposición nacional no se siente notificada, no obstante que el sector privado aporta el 80% de los ingresos fiscales y genera más del 80% del empleo a través de los mercados formales e informales.

En otras palabras, los sectores que crean riqueza, paran la olla del país y pagan los sueldos de todos los funcionarios gubernamentales se han retirado del diálogo tripartito (Estado, trabajadores, empresarios) que debe existir en toda sociedad democrática, y las bancadas del Congreso no dicen esta boca es mía con respecto a esta situación.

Como todos sabemos, el empresariado nacional se retiró del Consejo Nacional de Trabajo porque el MTPE promulgó decretos laborales –sin consultar con el sector privado– que fomentan la sindicalización en fábricas, sectores económicos y grupos empresariales, y que flexibilizan en extremo el derecho a huelga y prohíben la tercerización de los núcleos de la actividad de la empresa. Los empresarios presentaron un recurso administrativo ante Indecopi para inaplicar la norma sobre la tercerización. Indecopi ha declarado la inaplicabilidad de la señalada norma en dos instancias.

Los empresarios se han quedado sin respaldo político nacional de la oposición porque, de lo contrario, esos decretos ya se habrían derogado en el Congreso. En otras palabras, los sectores democráticos que defienden la Constitución y se oponen a la constituyente todavía no han entendido el papel de la inversión privada en el crecimiento, la reducción de pobreza y la preservación de las libertades. Al lado de los anuncios de la constituyente y la propuesta de nacionalizar los recursos naturales, los señalados decretos laborales representan la explicación de que no existan nuevas inversiones en el Perú. Este año la inversión privada crecerá cero y el próximo se desplomará.

La inversión privada representa más del 80% del total invertido en el país y, por lo tanto, la economía solo crecerá si crece el emprendimiento privado. Cada año 300,000 jóvenes se incorporan a la economía y un punto del PBI genera cerca de 90,000 empleos. Por lo tanto, solo para evitar el aumento de pobreza, generando empleo para los nuevos integrantes de la economía, se necesita crecer cerca de 4% del PBI. De lo contrario aumenta la pobreza, se desata la convulsión social y se sentará en el banquillo de los acusados al modelo económico y a la propia Constitución. A partir de allí la asamblea constituyente estará cerca.

La oposición entonces necesita entender qué significa defender la inversión privada y sacudirse de la colonización mental y cultural que han desarrollado las corrientes comunistas y progresistas, mediante la demonización del empresariado. Únicamente basta recordar que solo los países que han legislado para proteger y promover la inversión privada han erradicado la pobreza y han alcanzado el desarrollo. El resto es relato progresista y comunista.

Por ejemplo, los Estados Unidos es un país que tiene una legislación abiertamente pro empresarial. El resultado es innegable: todos los migrantes de los países subdesarrollados “con legislaciones pro trabajadores” buscan emigrar a la gran nación del norte porque la legislación promueve de tal manera las inversiones privadas que el empleo sobra. Y de una u otra manera, los trabajadores se vuelven dueños de sus destinos y deciden cómo y dónde trabajar.

Por todas estas razones es un escándalo inaceptable que los empresarios no retornen al Consejo Nacional de Trabajo del MTPE y no se deroguen los mencionados decretos laborales.